Fuente: Chinafiles.com
Hace un par de años, al abrir la sección internacional del diario People’s Daily, el más importante del país, lo más probable es que el lector se encontrara con un bloque de noticias de Asia Pacífico, otro de Estados Unidos y otro de Europa. También vería un bloque, si bien algo más pequeño, de África, y algo sobre las múltiples convenciones de organizaciones internacionales como la ONU. Pero sobre América Latina el panorama era más bien desolador.
Cada tanto, en medio de extensos artículos sobre otros países, se asomaba una pequeña nota acerca de algún acontecimiento en Latinoamérica: unas elecciones presidenciales o tal vez un desastre natural. Se cubrían las cosas de rigor, pero no había mucho interés por indagar más al respecto. Esa apatía no era un fenómeno exclusivo de People’s Daily, sino algo que se replicaba en todos los medios. Sin embargo, eso ha cambiado en tiempos recientes y hoy por hoy el interés de China en América Latina se ha multiplicado.
Prueba de ello es que al hacer un barrido por las noticias publicadas la semana pasada en los medios de comunicación, la región está cada vez más presente. Además, no solo se trata de noticias que se relacionan con China, o de aquellas que enfatizan las relaciones comerciales, sino de toda suerte de aspectos sociales, culturales, políticos y económicos del otro lado del mundo.
Por ejemplo, la noticia de la región, por supuesto, fue la economía a la deriva de Argentina y Venezuela, asunto que los medios reportaron a cabalidad. Más allá de decir lo mismo que hubiera dicho una agencia de noticias, Sina, el gigante de Internet, analizó las repercusiones de la desestabilidad económica, tanto en el país gaucho como en la república bolivariana.
Además de la noticia obvia, resaltan otras de tinte cultural que hace tan solo un par de años nunca se hubieran publicado. Por ejemplo, People’s Daily le dio un espacio al premio Goya de España que se ganó la cinta venezolana ‘Azul y no tan rosa’ en la categoría a Mejor Película Iberoamericana.
Fuera del ámbito cultural, los medios también destacaron fenómenos estrictamente regionales como la disputa limítrofe entre Argentina y Bolivia, o las terribles inundaciones que se dieron en Bolivia debido a las fuertes lluvias. Incluso ahora publican meras curiosidades como el hecho de que en Chile una mujer encontró un puma en su cocina, o que en Brasil un avión no pudo despegar porque la pista estaba demasiado caliente.
Es natural que los ojos de China estén fijados en Brasil, el gigante de América Latina. No solo representa un mercado potencial para los chinos, sino que la fiebre del mundial de fútbol tiene a muchos ciudadanos ávidos por saber más sobre ese destino y, si es posible, visitarlo. Por eso analizan hasta el más mínimo detalle: desde su industria –con noticias sobre la tableta y el computador brasileños que esperan salir pronto al mercado–, hasta problemáticas sociales como la prostitución juvenil.
El interés por América Latina también se nota en el hecho de que ahora hay muchos más artículos de análisis político. Por ello, el popular portal 163.com le ha hecho un seguimiento a las negociaciones de paz en Colombia y no dejó de publicar las consecuencias de haber descubierto la base que interceptaba las conversaciones de los negociadores en La Habana.
Lo cierto es que China y Latinoamérica están cada vez más cerca, tienen más lazos y hay una mayor curiosidad del gigante asiático por saber qué ocurre al otro lado del mundo. Eso no solo se ve en los medios, sino en las opciones de chinos comunes y corrientes como Zhou Jie, una joven universitaria que dice: “Yo no quise estudiar inglés porque hay muchos chinos que ya hacen eso. Quise estudiar español como carrera y lo más importante es conocer más sobre la cultura y los países que lo hablan. A mí me encantaría ir a Perú”.
Es difícil determinar qué fue primero: el huevo o la gallina. Es decir, no se puede precisar si el interés de los ciudadanos resultó en una mayor cobertura mediática o viceversa. Pero lo cierto es que América Latina está cada vez más presente tanto en los medios como en el radar de los chinos.