Fuente: NuevoHerald
BRASILIA — China demostró el jueves su interés en invertir y participar con sus empresas en proyectos de infraestructura, tecnología y defensa en Brasil con la firma de 32 acuerdos de cooperación bilateral.
Tras la suscripción de los documentos por representantes gubernamentales chinos y de Brasil la presidenta brasileña Dilma Rousseff declaró que “mi expectativa es (tener) la participación de empresas chinas en proyectos de infraestructura y logística (en Brasil)”.
Dijo que en la reunión que mantuvo con su homólogo chino, Xi Jinping, en el Palacio de Planalto, sede del Ejecutivo brasileño, hablaron de “las oportunidades que se abren (en Brasil) en los sectores de ferrocarriles, aerovías y carreteras” para China.
“Aquí, las empresas chinas encontrarán seguridad jurídica y marco regulatorio estable y además serán muy bien recibidas”, sostuvo.
El presidente Xi Jinping -de gira por Latinoamérica- aseguró que su gobierno se empeñará en la integración con Brasil.
“China está inclinada a conducir con Brasil la cooperación estratégica en la construcción de ferrocarriles y obras de infraestructura para elevar la cooperación en todos los aspectos”, indicó.
Subrayó que ambos gobiernos “vamos a poner en marcha un plan decenal de cooperación” en varios sectores.
Rousseff celebró la venta de 60 aviones de la brasileña Embraer a dos compañías chinas, el inicio de operaciones del nacional Banco do Brasil en Shanghai y la participación de petroleras chinas en la explotación de yacimientos brasileños.
Aludió a los 40 años desde la recuperación de las relaciones bilaterales y al incremento del intercambio comercial, que pasó de 3.000 millones de dólares en 1974 a 90.000 millones en 2013, cuatro años después de que China se tornase el principal socio comercial de Brasil.
Recordó que filiales de fabricantes de automóviles chinos han sido abiertas en territorio brasileño, desde donde cada vez parten más exportaciones de soja y hierro hacia China, donde una fábrica de máquinas industriales aprobó el aporte de 300 millones de dólares para la instalación de su filial en Brasil.
Para la presidenta, el acercamiento de su país con el gigante asiático podrá ayudar a que China fortalezca su presencia en Sudamérica.
Citó como ejemplo la posibilidad de que inversiones chinas pudiesen contribuir a finalizar un ferrocarril que permitirá a Brasil interconectarse con Perú y así tener una salida por el Pacífico, lo que reducirá los costos y el tiempo del envío de mercancías brasileñas a China.
Xi Jinping coincidió con Rousseff en que Brasil y China deben empeñarse por trabajar de forma más coordinada y cercana en foros internacionales como BRICS, el G-20 y las Naciones Unidas en la defensa de los intereses de los países en desarrollo.
