Fuente: CNN
“No solo no voy a hacer negocios con China, no voy a hacer negocios con ningún comunista”, sentenció durante la campaña electoral del año pasado el entonces candidato a la presidencia de Argentina, Javier Milei. “Yo soy un defensor de la libertad, de la paz y de la democracia. Los chinos no entran ahí”, abundó durante una entrevista con Carlson Tucker en septiembre de 2023.
Cuando el postulante se transformó en presidente, ensayó un leve giro para explicar su posición frente al gigante asiático. “Nosotros somos liberales. Y si la gente quiere seguir haciendo transacciones con China, puede seguir haciendo las mismas transacciones que hace siempre. Yo lo que dije es que no voy a estar alineado con comunistas, ¿y acaso estoy alineado con comunistas?”, sostuvo durante otro reportaje, en este caso con Bloomberg.
Esa distancia parece haberse materializado en la práctica política: Milei aún no ha tenido encuentros oficiales con su par chino, Xi Jinping, más allá de la carta de agradecimiento del presidente argentino al mandatario chino por las felicitaciones en ocasión de su asunción.
Desde el 10 de diciembre, día de inicio de la gestión de Milei, el frío caracteriza el vínculo. Ahora, la ministra de Relaciones Exteriores de Argentina, Diana Mondino, intenta algunos acercamientos y encabeza una gira internacional que incluye una visita a ese país entre el 28 y el 30 de abril. En la previa de ese viaje, el gobierno chino demostró también predisposición para el deshielo. El portavoz de la cancillería, Wang Wenbin, manifestó que Argentina y China son “socios estratégicos integrales”.
Pero mientras todo esto sucede, un dato se expande como reguero de pólvora en el mundo de los negocios y la geopolítica: China dejó de ser el segundo socio comercial de Argentina en marzo. Según el último informe de intercambio comercial argentino, difundido la semana pasada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), ese sitial le corresponde ahora a la Unión Europea, mientras que China se ubica tercera.
Números y razones
Marzo fue el primer mes de 2024 en el que China perdió el segundo lugar entre los socios comerciales de Argentina. Sucedió por una caída tanto de importaciones como de exportaciones. Las ventas a China cedieron un 24,2% interanual, mientras que las compras se contrajeron un 34,9% en el mismo período.
Pero este no parece ser un resultado aislado: desde que asumió Javier Milei la presidencia de Argentina, el comercio entre ambos países no para de retraerse. En enero de 2024, las exportaciones subieron 10,7%, pero el resto de las operaciones arrojaron resultado negativo.
“China viene direccionando sus nuevas compras a Brasil, por ejemplo, carne”, sostiene Miguel Ponce, economista y experto en comercio exterior. Y agrega: “Todo esto sucede a partir de que el gobierno no ha entendido la necesidad de desideologizar nuestros vínculos diplomáticos, para no perjudicar nuestras relaciones comerciales y económicas”. Para Ponce, los nuevos alineamientos que Milei ha establecido con Israel y Estados Unidos tienen su correlato en un cambio de intensidad en el comercio con China.
Tendencia o hecho puntual
Si bien es cierto que marzo fue el primer mes del año en el que China se vio relegada al tercer lugar entre quienes más comercian con Argentina, y que en el balance final de todo 2023 China mantuvo el segundo lugar superado solo por Brasil y seguido por la Unión Europea, bien vale preguntarse si estamos ante un cambio de tendencia o solo se trata de un hecho puntual.
“Es una tendencia que se va a profundizar, sin dudas”, apunta Miguel Ponce, que insiste con la necesidad de un relacionamiento en donde las diferencias ideológicas no sean un obstáculo. En este sentido, recuerda que este factor es importante no solamente desde el punto de vista comercial, sino también para resolver algunos asuntos pendientes que tiene Argentina con China. Un ejemplo de esto son los próximos vencimientos del swap, un préstamo surgido de un acuerdo entre los bancos centrales de ambos países en 2009.
Para remozar el vínculo comercial, un reporte de prensa de la Cancillería de Argentina asegura que Mondino viajará con una “nutrida delegación de empresarios de diversos sectores, representativos de la oferta exportable”. Además, participará en Beijing y Shanghái de eventos de promoción comercial y tendrá reuniones con inversionistas.
Con todo esto, habrá que ver si los últimos gestos de distensión —o la realidad, como la necesidad financiera del swap chino— se imponen a los deseos del presidente Milei de no tener relación con países a los que considera “comunistas”.