Fuente: El Cronista
La falta de dólares en la Argentina y la recesión en Brasil está provocando la caída del comercio entre ambos países y el comienzo de las rispideces entre los empresarios del vecino país y el gobierno de Cristina Kirchner.
Ayer, el ministro de Economía, Axel Kicillof, no dudó en afirmar que “es descabellado que en Brasil digan que no están de acuerdo con que se financien represas” en Argentina. “Tenemos una integración elevada” con Brasil. “Tenemos acuerdos y tenemos también mutuamente necesidades que a veces esperamos que se cumplan de otra manera, pero tenemos una relación muy madura”, agregó el ministro en declaraciones a Radio Del Plata.
Sin embargo, el empresario brasileño Pedro Luiz Passos, presidente del Instituto de Estudios para el Desarrollo Industrial (IEDI) aseguró que el acuerdo entre la Argentina y China resentirá aún más a la industria brasileña y pueden perjudicar incluso al sector agrario de Brasil.
Por la tarde en Economía afirmaron que no existe ninguna presión del gobierno de Dilma Russeff y que la visita a la Argentina del flamante canciller Mauro Vieira ex embajador de Brasil en la Argentina es sólo protocolar. Vieira se reunirá hoy con el canciller Héctor Timerman y con Kicillof.
La presión de los brasileños viene básicamente del sector de los fabricantes de bienes. Los brasileños sospechan que la Argentina le va a comprar más a China y menos a Brasil.
Ayer, se conoció que el empleo en el sector industrial brasileño cerró 2014 con una caída acumulada de 3,2%, según mostró la muestra Industrial Mensual, Empleo y Salario (Pimes) realizada por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). Otra muestra es la producción y exportación de autos, muy sensible a lo que sucede en la Argentina y viceversa.
En enero, por ejemplo, hubo una reducción de 13,7% en la producción de autos en Brasil, dijeron los fabricantes de autos (Anfavea) en su último informe. En los últimos 12 meses, la producción acumula una caída de 14,9%, agregó. En tanto, las exportaciones registraron una caída de 27,9% en enero en relación al mismo mes de 2014.
“Nuestro gran mercado continúa siendo Argentina. Pero las ventas en ese país cayeron cerca de 39% en enero en comparación con el mismo mes del año pasado. Eso viene afectado las exportaciones”, dijo el presidente de Anfavea, Luiz Moan.
A las menores ventas al mercado argentino, se suma el desempleo en el sector. También según datos de Anfavea se cerraron 12.774 puestos de trabajo en 2014. La culpa, en Brasil, dicen que es del vecino.
Pero Argentina tiene argumentos para defenderse. Las ventas a Brasil también disminuyeron: en 2014 cayeron 20% y la balanza sigue siendo negativa para la Argentina. “A raíz de dicha caída, la Argentina pierde posicionamiento como proveedor del mercado brasileño ubicándose en el cuarto puesto, detrás de China (u$s 3.703 millones), Estados Unidos (u$s 2.542 millones) y Alemania (u$s 901 millones)”, destacó la consultora abeceb.com.
“Cayó el comercio en general, nosotros le compramos menos porque ellos nos compran menos”, dijo una fuente de Economía.
Ayer, los industriales brasileños tuvieron un guiño que los hizo un poco más competitivos contra Argentina. El dólar alcanzó su máximo valor en Brasil en la última década. El real se depreció un 2,05% frente al dólar, divisa que cerró la sesión negociada a 2,833 reales para la compra y 2,835 reales para la venta.