Fuente: El Cronista
Con promesas de inversiones, ayuda financiera y varios acuerdos bilaterales para firmar, llegará hoy al país junto a unos 250 empresarios el presidente de China, Xi Jinping. Será recibido por la presidenta Cristina Fernández, con quien sellará convenios de cooperación bilateral que incluyen la compra de soja, la financiación de dos centrales hidroeléctricas en Santa Cruz, obras en el tren Belgrano Cargas y un swap entre los bancos centrales de ambos países por u$s 12.000 millones La jefa del Estado recibirá a Xi Jinping a las 17 en la Casa de Gobierno en una breve ceremonia y, luego de los saludos protocolares y la presentación de delegaciones, los dos mandatarios mantendrán un encuentro de trabajo en el despacho presidencial. Luego firmarán los acuerdos bilaterales en el Salón de las Mujeres. La jornada terminará con una cena que la jefa del Estado ofrecerá al visitante en el Museo del Bicentenario.
La llegada del presidente chino se produce en momentos en que el comercio bilateral es sumamente deficitario para la Argentina y en el que las exportaciones hacia el gigante asiático están estancadas desde hace varios años.
Según refleja un informe de la consultora DNI, que dirige Marcelo Elizondo y que recopila datos del Indec, las ventas argentinas a China alcanzaron u$s 6.358 millones, en tanto las importaciones se ubicaron en u$s 11.391 millones el año pasado. De esta manera, el rojo comercial bilateral para el país fue de u$s 5.033 millones y la tendencia es creciente.
En una década, China pasó de generar un 5% a un 14% de nuestras importaciones, puntualiza el documento.
Resulta llamativo que estas cifras están muy alejadas de los números oficiales informados por el gobierno chino, que precisó que las exportaciones argentinas a China en 2013 treparon a los u$s 6.089 millones y las compras de ese país registraron un monto de u$s 7.869 millones. Con estos números, el déficit de Argentina, para las autoridades chinas, alcanzó los u$s 1.779 millones, cifra muy inferior a la informada por el organismo estadístico nacional.
El complejo sojero es el gran protagonista de las exportaciones casi 60% del total. Los porotos de soja representaron en 2013 el 49,8% de las ventas a China, seguidos por los aceites crudos de petróleo, con el 11%; el aceite de soja (8,9%) y los aceites de petróleo (3,4%). La participación de China en las exportaciones argentinas fue en ascenso desde el 2001 hasta alcanzar, en 2010, el 10%. Pero luego del episodio conflictivo de la suspensión de las importaciones de aceite en 2008, la relación se estancó y el gigante asiático pasó a explicar el 8% de las ventas al exterior.
En cuanto a las importaciones, en los últimos años el 55% de las compras argentinas a China correspondió a artefactos eléctricos y mecánicos, También ingresan desde ese país los químicos orgánicos y los compuestos inorgánicos, además de las motos, vagones de trenes y subtes, las máquinas para aire acondicionado, las bombas de aire o de vacío, los insecticidas o los transformadores eléctricos.
La importancia de reimpulsar las relaciones políticas y económicas con el país asiático radica en que no sólo se trata del segundo socio comercial de la Argentina y posee un gran dinamismo global, sino porque más allá de que sus manufacturas representan una amenaza permanente para la industria nacional, es un futuro proveedor posible de inversiones. China es el tercer principal emisor de inversión extranjera directa en el mundo y si bien la Argentina recibe cada año menos IED, los desembolsos chinos en el país crecieron en los últimos años, especialmente en los sectores energético y petrolero.