El frondoso tabaco seco, guardado en una casa de subastas en Zimbabue, ofrece un vistazo de cómo la resistente demanda global de China ha protegido a numerosos proveedores en un momento en que los inversionistas huyen de los mercados emergentes debido a temores de que disminuya el apetito del gigante asiático.
Zimbabue subastó el año pasado un tercio de su cosecha de tabaco a su mayor cliente, China, con lo que ingresaron unos US$700 millones a la economía del sur de África. Este mes, el gobierno está abriendo sus licitaciones anuales de tabaco antes de lo habitual, anticipando que una cosecha incluso mayor y una demanda sostenida por parte de China le reportará hasta US$1.000 millones, indicó el Consejo de Industria y Marketing del Tabaco de Zimbabue.
“Cuando corren buenos tiempos la gente fuma más. Cuando son difíciles, la gente fuma más”, indicó Adam Molai, presidente ejecutivo de la junta directiva de Savanna Tobacco, un fabricante de cigarrillos de Zimbabue. “Hay mucha gente en China para que se fume más”.
Desde el sur de África al sur de Asia y América Latina, los inversionistas se han batido en retirada de muchos mercados emergentes cuyas materias primas habían sido impulsadas por el voraz apetito chino, que devoraba lo que crece del suelo o se extrae de las minas. Hasta ahora, sin embargo, la desaceleración de China no ha afectado mucho a sus proveedores.
Eso se debe a que la enorme demanda china no se debilitó significativamente y muchas economías emergentes tienen sus propios consumidores que los ayudan a compensar cualquier bajón. Las turbulencias de los mercados globales, afirman economistas y ejecutivos de empresas, no refleja tanto un menor apetito chino, sino más bien una apuesta a que el crecimiento del país se seguirá moderando.
“La gente está confundiendo la desaceleración del crecimiento con su impacto real en el PIB. No se ha dicho la última palabra”, afirmó Charles Robertson, economista jefe del banco de inversión Renaissance Capital. “El crecimiento de China sigue siendo bueno, aunque el porcentaje es más bajo”.
Conforme los inversionistas huyeron de los mercados emergentes en todo el mundo recientemente , un movimiento que también tiene que ver con la reducción del programa de compra de bonos de la Reserva Federal de Estados Unidos, castigaron a algunos proveedores clave de China, como Indonesia y Sudáfrica. Sus monedas, la rupia y el rand, perdieron un cuarto de su valor frente el dólar estadounidense en los últimos 12 meses.
La economía china se está enfriando. El PIB se expandió 7,7% el año pasado, indicó el gobierno, la misma tasa que en 2012 y un descenso desde el 9,3% de 2011. Algunos analistas están revisando a la baja sus pronósticos de expansión para 2014 a poco más de 7%, ya que creen que el gobierno podría subir las tasas de interés para controlar un aumento de la deuda.
Asimismo, la prisa para satisfacer la demanda producir china generó una mayor oferta, como nuevas minas de mineral de hierro en Australia y grandes expansiones de níquel en Indonesia. Esa oferta nueva también influye en los precios. El valor del mineral de hierro, el cobre y el níquel, por ejemplo, ha caído.
Hasta el momento, sin embargo, en general la demanda de metales y minerales no se ha debilitado, pese al leve enfriamiento de la economía china. Las importaciones chinas de mineral de hierro, por ejemplo, totalizaron 73,4 millones en diciembre, cerca del máximo del mes anterior y casi un 20% más que a comienzos de 2013.
Gracias en parte a la demanda de sus minerales y metales base, la balanza comercial de Sudáfrica registró un superávit en noviembre debido a las mayores exportaciones a Asia y África. El superávit comercial se amplió en diciembre. El intercambio comercial de África con China ascendió a US$210.000 millones el año pasado, un aumento de 6% frente a 2012, según Standard Bank de Sudáfrica. “El relato que sugiere que una China cuya economía pierde fuerza erosiona por completo sus lazos con África adolece de fallas”, señaló Simon Freemantle, economista de Standard Bank. “El apetito de China por los commodities africanos es sólido”.
La economía china —la segunda del mundo después de EE.UU.— no se saciará por mucho tiempo, señala Nev Power, presidente ejecutivo de Fortescue Metals Group Ltd. FMG.AU +2.75% , una empresa australiana de mineral de hierro. El ejecutivo cree que la migración desde el campo, aún densamente poblado, hacia las ciudades de China seguirá alimentando la demanda de infraestructura, fábricas y viviendas.Ese razonamiento llevó a algunas compañías a hacer caso omiso a las señales del mercado. Rio Tinto, con sede en Australia, uno de los mayores productores mundiales de mineral de hierro, planea elevar la producción en casi 25% para 2017, lo que se basa principalmente en sus previsiones sobre China. La empresa estima que la demanda china de acero aumentó 7,5% el año pasado, frente a 2,2% en 2012.
—Richard Silk, en Beijing, y Alexis Flynn, en Ciudad del Cabo, contribuyeron a este artículo.