Todo comenzó con un pedido de la Presidente que el ministro Florencio Randazzo le transmitió a los empresarios, “queremos que vengan a nuestro país para realizar transferencia de tecnología y capacitación“. La respuesta no tardó en llegar: “Estamos dispuestos a instalar una planta en la Argentina. Si consiguiéramos un socio va a ser más fácil concretarlo“.
Por su parte, el director de la compañía Zhang Zaizhong fue más allá y le dijo a Randazzo: “Si nos hacen un nuevo pedido de coches mañana mismo instalo la fábrica“. A lo que el ministro argentino agregó: “No existe el amor sino las pruebas de amor, ya les compramos 709 coches“.
Lo cierto es que la planificación del desembarco en la Argentina se piensa como una puerta de apertura al resto de América Latina. La apuesta de la empresa CSR Qingdao Sifang es poder llegar a Brasil donde la compañía francesa Alstom hoy por hoy tiene una posición dominante en ese mercado dificultando el ingreso de la competencia.
Randazzo tentó a los chinos explicándoles que hay 42 mil kilómetros de vías, de las cuales solo 7500 kilómetros están en estado óptimo. Además les prometió: ” El gobierno está dispuesto a acompañarlos“.
A su turno, con intérpretes mediante, el presidente de la empresa aseguró “el gobierno argentino es muy importante, le pusimos muchas energías a este proyecto y estamos forjando una relación de confianza“.
El embajador argentino, Gustavo Martino, dijo que China “es el segundo socio comercial y son un gran inversor extranjero en nuestro país“. Todo transcurrió en uno de los salones de reuniones de la planta donde la delegación argentina fue recibida con mate cocido La Tranquera para sorpresa de quienes esperaban degustar té chino.
El funcionario argentino llegó a China desde Nueva York, donde firmó convenios de capacitación con dos universidades especialistas en regular el transporte de ferrocarriles.
La primera escala en China fue en la ciudad de Qingdao -a más de 700 kilómetros de Beijing-, el destino elegido por los habitantes chinos para vacacionar y es el lugar donde está la planta de la empresa contratada por el gobierno argentino para renovar todas las formaciones de los ferrocarriles Mitre, Sarmiento y Roca. En ese orden y entre abril y diciembre del 2014 deberán estar en su totalidad renovados.
La planta que recorrió la delegación argentina tiene 1.640.000 metros cuadrados que incluye 3695 metros de un riel de ensayo. Se trata de una empresa que el año pasado tuvo ingresos por 3,8 billones de dólares y emplea a más de 10 mil personas.
Una vez cumplido ese objetivo el gobierno promete que se van a duplicar las frecuencias además de mejorar las condiciones en las que se viaja actualmente. A modo de ejemplo, en el Sarmiento la promesa es tener un tren cada 6 minutos.
Si bien la fecha oficial es abril del año próximo, el ministro argentino le pidió un esfuerzo a los empresarios chinos para poder tener una formación nueva en febrero del 2014 cuando se cumplan dos años de la tragedia de Once.
En la elección de la empresa se buscaban tres condiciones: calidad, precio y plazos más cortos. Este último ítem fue el que terminó de definir la compulsa ya que la mayoría de las compañías ofrecía un plazo mínimo de 36 meses y con CSR se negoció un período de 12 a 16 meses.
Durante la visita a la planta, además de recorrer las instalaciones, Randazzo presenció una demostración en 3D y simuló viajar en las nuevas formaciones. Fue allí donde vio que los coches contaban con cámaras de seguridad e irónicamente deslizó: “Se viene el paro“. Consultado por Infobae sobre cuán real es su amenaza de renunciar si los sindicalistas continúan con las medidas de fuerza, el ministro dijo: “Jugamos a todo o nada. Si no puedo hacer modificaciones no lo dudes un segundo que me voy. Yo no estoy buscando trabajo“.
Si bien responsabilizó a la desidia de años y gestiones anteriores por el actual estado del sistema ferroviario en la Argentina, evitó todo el tiempo criticar a sus antecesores en la materia dentro de la administración kirchnerista. “Vine para mirar para adelante”, repetía una y otra vez cuando no optaba por el silencio frente a la consulta de por qué no se realizaron estos cambios en la década que el kirchnerismo denomina como “ganada”.
Los coches que están fabricando cuentan con tecnología alemana en los frenos, japonesa en el sistema de transmisión y sueca en materia de seguridad. Sobre este último punto hicieron hincapié en un material especial que utilizan en la carrocería para que sea más resistente frente a un accidente.
El valor de los coches es de 1.270.000 dólares para el Sarmiento y el Mitre y de 1.090.000 para el Roca. No faltó la ironía para con el macrismo ya que al dar a conocer la cifra se utilizó como valor de referencia los 1.700.000 dólares que pagó la Ciudad de Buenos Aires por los vagones del subte A.
El pago de los más de 1000 millones de dólares se realizó 30% en efectivo y el resto financiado a una tasa anual del 7 por ciento.
El contrato incluye además la puesta en funcionamiento en las vías argentinas, un stock de repuestos y los service correspondientes; el primero se estima a los 6 meses de la puesta en marcha o cuando cumplan los primeros 170 mil kilómetros de rodamiento.
La gira de Randazzo continúa hoy en la ciudad de Beijing con una visita a una empresa de señalamiento y otra al centro nacional de control ferroviario. El miércoles por la noche emprenderá el retorno a la Argentina.