América Latina es el segundo destino de las inversiones chinas

Fuente: Globalasia.com

América Latina es el principal destino de las inversiones chinas después de los países de la región asiática, y esta es una tendencia creciente. En 2009, el 13% de las inversiones chinas se destinaban a Latinoamérica, mientras que en 2011 el porcentaje había aumentado hasta el 16%. “Aunque no es un salto muy significativo, se ve una clara tendencia creciente, que se confirma con la gran cantidad de anuncios que ya se han hecho sobre futuras inversiones”, dijo Silvia Simonit, experta en las relaciones de China y América Latina, en la conferencia “Conociendo al dragón: estrategias de las empresas chinas en España y Latinoamérica”, celebrada ayer en Casa Asia.

China invierte en extracción de materias primas

Las inversiones de China son un fenómeno más reciente que el comercio, aunque se están multiplicando. Alrededor de un 90% de las inversiones que China hace en América Latina están destinadas a la extracción de materias primas, hecho que el Banco Mundial ha criticado en muchas ocasiones. En un informe publicado en 2011 cita que la CEPAL ha enfatizado repetidamente que la “región de Latinoamérica y el Caribe se ha unido al polo productivo del siglo XXI (China) con una estructura de producción (basada en materias primas) del siglo XIX”.

La mayor parte del volumen de las inversiones chinas a América Latina se destina a Sudamérica, siendo Argentina un importante país receptor. Gran número de estas inversiones se destinan a la construcción de infraestructuras, ya que “son una vía de salida para las exportaciones chinas”, dijo Simonit.

Lo que más valora la segunda economía mundial de Argentina son las materias primas, dado que el país argentino es un gran proveedor de estas, mientras que el gigante asiático, con una población creciente y el mayor mercado creciente interior del mundo, es un gran consumidor de productos argentinos. “Existe más complementariedad que competición entre las dos economías”, dijo la experta en las relaciones de las dos regiones.

Sin embargo, China y Argentina se enfrentan a unos desafíos, como son las diferencias culturales, las normas sociales y las regulaciones medioambientales, que “sólo con el conocimiento mutuo y el trabajo conjunto podrán afrontar”, concluyó Simonit.

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