Fuente: Observatorio Petrolero Sur
NEUQUÉN (AN).- El ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, encabezará una comitiva que los primeros días de diciembre viajará a Rusia y China con el objetivo de buscar financiamiento para distintas obras, entre las que Chihuido se ganó un lugar. Su largo derrotero parece haber encontrado un nuevo camino de salida: convertirse en un imán de dólares en momentos donde las reservan caen de forma ininterrumpida.
El ministro emprenderá su periplo comercial con dos objetivos. Por un lado, busca cerrar definitivamente el financiamiento para las presas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic en Santa Cruz. Por el otro, se desempolvaron al menos 15 obras con proyecto ejecutivo para tentar a los inversores rusos y chinos, ávidos de hacer negocios en este hemisferio.
Según pudo saber “Río Negro” de dos fuentes con llegada a la Casa Rosada, Chihuido formará parte de este último grupo, que está integrado por obras de distinto tipo y que abarcan todo el territorio nacional.
Pero al mentado argumento de que la presa neuquina es clave para combatir el déficit de energía que afecta al país, ahora se le sumó uno nuevo. El renovado gabinete nacional ya puso la mira en la constante caída de reservas del Banco Central y el ingreso de dólares para inversión en infraestructura puede ser clave para frenar esa sangría.
Se busca que ingresen divisas para estos proyectos y que sean liquidadas en pesos a un tipo de cambio oficial para operar puertas adentro de Argentina. De esta forma se conseguiría aumentar las reservas y a su vez movilizar la economía con la construcción de obras de gran envergadura como Chihuido.
La pregunta que surge entre las fuentes consultadas es qué inversor estará dispuesto a traer dólares para cambiarlos a 6 pesos, en un mercado donde los costos se elevan cada día y que muchas veces toman como referencia el valor del blue, que hoy bordea los 10 pesos.
Pero no sólo rusos y chinos estarían atraídos por la presa neuquina. También hay interés de parte de inversores brasileños, cuyo acercamiento habría sido propiciado por una de las empresas que integran la UTE preadjudicataria de la obra integrada por CPC, Electroingeniería, Hidrocuyo y Rovella Carranza.
Fuentes cercanas a la negociación dijeron a “Río Negro” que la relación entre las firmas no estaría pasando por el mejor momento. Y a esos tironeos se suman los que protagonizan Nación y Provincia, cuyas urgencias para concretar la obra van a destiempo.
Sin embargo la sequía de billetes verdes podría convertirse en un nuevo empujón para la presa neuquina, cuyo salto del papel a la realidad sigue sin concretarse.