Fuente: IECO
La licitación de las usinas santacruceñas “Presidente Néstor Kirchner y Gobernador Jorge Cepernic” tiene un oferente menos y ahora la pelea por la megaobra valuada en $ 24.318 millones quedó planteada entre dos grupos que lideran firmas chinas, otro encabezado por una empresa rusa y el restante, por una compañía brasileña.
El consorcio que abandonó la contienda licitatoria –al no presentar la documentación respaldatoria del financiamiento exigido por el pliego– estaba integrado por la coreana Hyundai, la brasileña OAS y las locales CPC (del empresario K Cristóbal López), Cartellone y Rovella Carranza.
En cambio, los cuatro grupos restantes que están detrás del negocio pudieron entregar a tiempo sus “notas de compromiso de financiamiento” que les permiten seguir en carrera.
Los funcionarios del ministerio de Planificación recibieron ayer los sobres con “las fuentes y las condiciones de financiamiento” que cubren como mínimo el 51% del valor total de la obra de los siguientes consorcios: * Sinohydro (China) asociada con las locales Iecsa, Austral Construcciones (de Lázaro Baez), Chediak y Esuco.
* Gezhuoba Group (China), Electroingeniería e Hidrocuyo.
* La constructora brasileña Norberto Odebrecht, Industrias Metalúrgicas Pescarmona (IMPSA) y Alstom Brasil.
* lnter Rao y Power Machine (Rusia), Isolux Ingeniería (España), Isolux Brasil y las locales Panedile, Eleprint, Helport e Hidroeléctrica Ameghino.
Tanto los precios finales, como los porcentajes de financiación que presentaron los oferentes se mantienen bajo siete llaves y recién saldrán a la luz en 60 días, una vez que el Gobierno evalúe cual es la propuesta más “conveniente”. Para eso, los técnicos oficiales van a tener en cuenta no sólo el valor final de la obra, sino también las tasas, garantías y plazos de los esquemas de financiamiento que ofrezcan los consorcios.
Tal como ha sido diseñada la licitación –la tercera que encara la administración kirchnerista desde 2007– la mayor parte de los equipos y los estudios de ingeniería serán provistos por empresas extranjeras, que son las únicas en condiciones de aportar financiamiento. Según el pliego de bases y condiciones, los consorcios sólo tienen que contar con una participación local del 30%.
En los últimos años, el proyecto hidroeléctrico registró varias modificaciones y demoras. Primero se licitó como un emprendimiento privado, donde los oferentes tenían que aportar como mínimo el 51% del financiamiento. Después se pasó a otro esquema de “obra pública”, en el cual los oferentes podían o no ofrecer financiación. Esa licitación fue ganada por IMPSA, Corporación América y Camargo Correa. En abril de 2012, el Gobierno anuló esa adjudicación y, tras cambiarle los nombres de Condor Cliff y La Barrancosa, decidió relicitar las usinas.