Fuente:Bancaynegocios
A la vez que Latinoamérica se ha situado como el principal abastecedor de grano de China, las empresas del país asiático que fabrican equipos agrícolas buscan cerrar el círculo y ganar cuota de mercado en la región, donde se adentran con la tradicional receta de éxito: calidad a precios competitivos.
La compañía Detank, especializada en el diseño y la fabricación de maquinaria agrícola, es una de estas empresas que mira el mercado latinoamericano con deseo. Se fundó en 2011 y tres años después se ha situado en el podio del sector en el mercado chino y ha construido una nutrida red de ventas al exterior.
Parte del éxito en el extranjero se explica por su empresa matriz, Chery Holdings, de propiedad estatal, cuya división de automóviles encabeza las exportaciones de vehículos en China y que ya conoce el mercado latinoamericano tras haber establecido fábricas en Uruguay, Brasil y Venezuela.
Siguiendo la estela de la experiencia de los turismos, Detank planea desplegarse en Latinoamérica en los próximos cinco años, donde abrirá dos plantas de ensamblaje y dos centros de operaciones y servicios y espera contar con distribuidores -en exclusividad- que permitan que sus tractores, cosechadoras o secadoras de grano puedan ser adquiridos en cualquier país de la región.
Así, la compañía espera que las ventas aumenten desde las 1.500 unidades en 2013 a las 5.000 en el año 2018.
“Latinoamérica es un buen lugar: tiene muchos recursos, es estable políticamente y tiene un mercado con mucho potencial. Es la combinación perfecta”, aseguró a Efe Zhao Jun, el director del Departamento de Exportación, mientras muestra la mayor fábrica de la compañía, situada en la ciudad de Wuhu, a 320 kilómetros al oeste de Shanghái.
La primera planta en Latinoamérica se instalará en la ciudad brasileña de Sao Paulo en menos de dos años para cubrir los países que forman parte del Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Venezuela).
Mientras, se estudia que la segunda fábrica se establezca en Ciudad de México, que abastecería también el mercado colombiano debido al Tratado de Libre Comercio (TLC) que tienen firmado ambas naciones entre ellas.
Los centros de operaciones, que incluyen ventas, formación tecnológica y servicio post-venta y reparaciones se instalarán en Chile y Colombia, cuya localización exacta está aún por determinar.
“La mayoría del cereal que llega a China es importado, sobre todo de Latinoamérica”, admite Zhao, quien asegura que el Gobierno chino “insiste” en que compañías como la que gestiona desarrollen equipos agrícolas y los exporten hacia la región.
Para ello, la compañía invierte cada año el 3 por ciento de sus ingresos en investigación y desarrollo (I+D) y ofrece modelos “a medida” a sus clientes, como es el caso de los chilenos, para los que han fabricado un tractor con especificaciones técnicas que favorecen la recolección de fruta -especialmente uva- y no de grano.
La estrategia de expansión que Detank ha planteado a medio plazo es habitual entre las empresas chinas, un país que importa grandes cantidades de recursos naturales y materias primas para después desarrollar productos de alto valor tecnológico a bajo coste, que se venden a precios más bajos que los de la competencia.
“El mercado tiene muy buenas perspectivas de futuro”, insiste Zhao, consciente de que el auge económico de China y de Latinoamérica lleva consigo un aumento de la demanda de alimentos.
Y ahí radica la clave de los productos que su empresa comercializa: hacer más eficientes a las empresas productoras para cubrir esta creciente necesidad.