Fuente: Clarin
La visita de Xi Jinping es sin dudas la más importante para el segundo gobierno de Cristina Kirchner, no sólo por lo que representa globalmente el titán asiático, sino también por el contexto argentino en el que se produce. China es hoy el único país que está dándole a la Argentina financiamiento a largo plazo y en condiciones razonables. Ello se produce además en un cuadro de situación recesivo, de alta inflación y falta crédito, sin contar la batalla decisiva que se libra evitar el default en el juicio contra los fondos buitre en los tribunales de Nueva York. Por esta escaramuza se ha vuelto a tensar la relación con los Estados Unidos.
En el plano internacional cabe destacar el creciente interés de China y Rusia por pisar fuerte en América Latina –la de Xi es la segunda a la región y en esta vuelta habrá pasado también por Brasil, Cuba y Venezuela-. En cuanto a nuestro país hay que hacer algunas diferencias. De hecho la visita de Xi es hasta más beneficiosa que la que hizo el sábado pasado el presidente ruso Vladimir Putin. Porque si bien con Putin se firmaron acuerdos en materia de energía nuclear, de comunicaciones y cooperación judicial, de dinero no se ha concretado nada al momento.
La inyección china para las dos represas santacruceñas y la puesta al día del sistema ferroviario del Belgrano Cargas suman U$S 6.800 millones. Después, se dispuso un paquete de U$S 11.000 millones para el intercambio monedas cuando ambos países requieran yuanes o pesos. En su escasez de divisas extranjeras es más probable que lo precise Argentina. Al elevar el nivel de asociación estratégica chino-argentina que hace diez años firmaron Hu Jintao y Néstor Kirchner al de asociación estratégica integral, Cristina y Xi allanan el camino para mucho más. De hecho, también se les prepara una ley en el Congreso para darles inmunidad a las reservas en moneda extranjera. Argentina también firmó un memorandum de financiamiento por U$S 423 millones para la adquisición de hasta 35 barcos y dragas. Vale preguntarse cómo actuarán los tan mentados astilleros nacionales de la década K.
Con China hay enorme sintonía en materia de política internacional, lo que se evidencia en las votaciones de las Naciones Unidas. En materia comercial, Argentina mantiene un déficit de U$S 5.000 millones con China, de los más de U$S 17.000 millones que sostienen la actual balanza bilateral. Y si bien la Argentina pasó de ser el cuarto al sexto socio comercial de China en Latinoamérica, la relación en estos diez años sigue siendo privilegiada. Los chinos incorporaron a su interés por la soja argentina nuevos elementos como la minería y el petróleo.
De ahí, hay que tener en cuenta lo que reclama el sector privado local, donde los residentes chinos también son fuertes, a través por ejemplo de la Federación de Supermercados Chinos. Según contó el director de la Cámara Chino Argentina, Ernesto Fernández Taboada, 378 empresas se anotaron en el seminario y ronda de negocios que tendrá lugar hoy en el hotel Intercontinental.