Fuente: ArgentinaToday
Como parte de las estrategias impulsadas por el Gobierno de EE.UU., se busca incentivar a las compañías estadounidenses a trasladar tanto el abastecimiento como la fabricación de artículos fuera de China.
La Administración de Trump está impulsando fuertemente una iniciativa que busca romper con la dependencia global en las cadenas de suministro industrial chinas, y examina imponer nuevos aranceles sobre productos provenientes del país asiático como castigo a Pekín por su manejo del brote de coronavirus, según informaron a Reuters fuentes cercanas a la planificación estadounidense.
Keith Krach, subsecretario de Crecimiento Económico, Energía y Medioambiente del Departamento de Estado de EE.UU., comentó a la agencia que desde la Administración se ha «estado trabajando en [reducir la dependencia de las cadenas de suministro estadounidense en China] durante los últimos años», pero ahora se está «impulsando fuertemente esa iniciativa», agregando que es un asunto clave para la seguridad de Washington.
Otros funcionarios comentaron que el Gobierno de EE.UU, a través de varias agencias, está explorando distintos mecanismos para incentivar a las empresas estadounidenses, tales como incentivos fiscales y potenciales subsidios de reubicación, para trasladar tanto el abastecimiento como la fabricación de artículos fuera de China.
Por su parte, el presidente Donald Trump ha reiterado que podría imponer nuevos aranceles a productos chinos o incluir sanciones a funcionarios o empresas del país asiático, así como fortalecer las relaciones con Taiwán como forma de castigar a China por su manejo ante el brote de coronavirus.
No obstante, las discusiones sobre el movimiento de las cadenas de suministro fuera de China se han dado de forma multilateral, por lo que desde Washington se está impulsando la creación de una «Red de Prosperidad Económica» a través de una alianza entre «socios confiables», la cual incluiría compañías de negocios digitales, energía e infraestructura, investigación, educación y comercio comentó uno de los funcionarios a Reuters.
A pesar de que la pandemia de covid-19 puso al descubierto la gran dependencia existente sobre las cadenas de suministro chinas, muchas compañías estadounidenses dependen del gran mercado que China representa con sus cerca de 1.400 millones de habitantes.
