Fuente:Clarín
“Fue un año fantástico, salvo las últimas 3-4 semanas, después de la feria de alimentos en Shangai donde se generó una burbuja de precios muy fuerte que empezó a pegarle a la inflación”, contó en una charla ante productores ganaderos, Fausto Brighenti, co fundador de E-Trading Co., una sociedad uruguaya con representación en Argentina que se dedica a facilitar negocios entre China y Latinoamérica.
Después de un año vertiginoso (ciertamente, casi todos los últimos lo han sido) convalidando subas de precios, la compra de carne china se está tomando un respiro. Al menos, dicen, hasta enero (más precisamente el 25), que se festeja el año nuevo chino y podría tener un reimpulso. Lo que pasó es que la inflación al consumidor de China subió en noviembre a su pico más alto en casi ocho años, en un frenesí comprador producto de la fiebre porcina que liquidó el 25% de la producción china.
Comparando noviembre 2019 con noviembre 2018, la inflación en alimentos y bebidas no alcohólicas fue de 13,9%, mientras que la inflación interanual general es de sólo 4,5% (igualmente, es la más alta desde 2012) con caídas en algunos rubros como medicina y subas menores en otros como transporte y vivienda. El precio de la carne de cerdo, en un año, se duplicó (110% en el cotejo interanual). El alza del precio del cerdo obligó a los consumidores a comprar otros tipos de carne pero que también subieron como el de carne vacuna (22% interanual) y el de cordero (14,3%).
“Una de las herramientas que usó el gobierno chino las últimas semanas fue cortar el financiamiento de los licenciatarios del mercado chino, por lo que los importadores no tienen liquidez y se frenó la demanda, hoy no tenemos precio”, contó Brighenti. Y agregó: “Hay un contexto enrarecido pero el gobierno tiene un primer objetivo, que la población llegue al año nuevo chino con precios de proteínas animales bajos y estén tranquilos”.
Mirado desde Argentina, al trader le preocupa que “se empastó la cadena de pagos y la demanda”, y en un contexto de “poca espalda económica que tiene la industria en general” y “la poca capacidad de congelado, esto sería difícil de aguantar mucho tiempo, por eso esperamos que sea hasta enero-febrero, no más que eso”.
“Los chinos quieren mostrar que pueden manejar el precio de la carne, a diferencia de lo que pasó en las últimas ferias en las que cada una subía un poco más el precio, porque esto va a dejar lastimado a muchos actores, va a haber importadoras en China que quiebren porque la pérdida que van a tener es monstruosa”, advirtió Brighenti, que pertenece al CREA Río Salado.
Esto les enseñó que hay que diversificar. Que China es un imán, pero hay que tener alternativas. “Estábamos muy enfocados en China pero los últimos días, con amigos de la industria estamos viendo que es necesario tener otros destinos, empezar a presentarle atención a mercados como Rusia o UE o EE.UU.”, reconoció Brighenti. Y agregó: “Nada de lo que pasaba en los otros mercados era tan importante porque China convalidaba con volúmenes y buenos precios todo, hasta se llegó a escuchar que la (Cuota) 481 no iba a tener sentido con los precios que se hablaban en Anuga, pero hoy hay que empezar a volver a mirar los otros destinos”.
Retenciones
“Estamos en permanente vínculo con multinacionales, frigoríficos grandes pero también chicos, y vemos que el punto de equilibrio está por debajo del precio de venta a China en varios cortes, lo que empezó de dejar actores fuera del negocio en Argentina”, manifestó Brighenti.
A esto hay que sumarle las retenciones y el desdoblamiento cambiario, lo que deja al negocio “muy finito”.
“Los frigoríficos han tenido un muy buen margen y lo han empezado a reinvertir en capacidad de congelado y en infraestructura en general pero esta realidad hace que muchos estén quedando afuera”, lamentó.