Fuente: Lapoliticaonline
Pese al fastidio de Trump, China continúa con su avance geopolítico en la región y amplía su presencia en una industria estratégica de cara al futuro como son las energías renovables.
Mediante el fondo de inversión estatal Silk Road Fund, Beijing acaba de adquirir el 50% de la participación de General Electric en YPF Luz, la subsidiaria de la petrolera de bandera local que quiere convertirse en la tercera generadora de energía eléctrica del país.
Desde YPF aseguraron a LPO que los chinos están dispuestos “a acompañar un plan de inversiones muy agresivo”, que contempla alrededor de 1.800 millones de dólares para los próximos años.
Sucede que Silk Road tiene una espalda de 40.000 millones de dólares de la Administración Estatal de Divisas, la Corporación de Inversión de China, el Banco de Exportación e Importación de China y el Banco de Desarrollo de China que le permiten abrirse camino, desplazando a una histórica como General Electric.
La compañía estadounidense se había incorporado en diciembre del 2017 al comprar el 24,99% de las acciones de YPF Luz por un total de 276 millones de dólares. Sin embargo, en este momento se encuentra atravesando un proceso de reestructuración que la obliga a achicar posiciones en todo el mundo.
No obstante, todavía cuenta con la mitad de esas acciones y la idea es que permanezca aportando su tecnología y su know how técnico, mientras que los chinos se harían cargo del financiamiento de los proyectos.
De esta manera, a pesar del fuerte alineamiento de Macri con los Estados Unidos, los chinos profundizan su avance en sectores energéticos estratégicos como en el sector nuclear y el hidroeléctrico con la construcción de las centrales de Santa Cruz.
En el caso de las renovables, su primera incursión había sido en el parque solar Cauchari, que será el mayor de todo el país y uno de los más importantes de América Latina. Allí están desembolsando unos 300 millones de dólares que permitirán alcanzar una potencia de 300 MW, con la posibilidad de ampliarlo a 500 MW.
Ahora, se inserta en una firma que está desarrollando proyectos eólicos por 340 MW y que de acuerdo a su plan de negocios 2019-2023, prevé incrementar entre 3 y 4 GW la capacidad térmica instalada, mientras que las fuentes renovables llegarán a representar el 20% de la generación total.
A su vez, YPF pretende desprenderse de otro 24,99% de su capital accionario y quedarse con el 51% para mantener el control. En consecuencia, es probable que los fondos chinos aumenten todavía más su participación.