Argentina espera que China habilite el ingreso de harina de soja luego del pedido realizado por Macri a Xi Jinping

Fuente: ValorSoja

Las compañías integrantes Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) esperan que antes de fin de año las autoridades regulatorias de China autoricen el ingreso de harina de soja argentina para poder aprovechar las oportunidades presentes en el nuevo escenario agroalimentario global.

A comienzos de noviembre del año pasado –a partir de gestiones realizadas por Cancillería y la Secretaría de Agroindustria– una misión de inspectores chinos auditó fábricas aceiteras argentinas, lo que generó en su momento gran entusiasmo, que finalmente se desinfló porque el gobierno de Xi Jinping cajoneó la habilitación del ingreso de la harina de soja argentina.

A fines de diciembre el gobierno chino –en el marco de la “guerra comercial” mantenida con EE.UU.– procedió a eliminar los aranceles de importación para las tortas y harinas de girasol, colza, algodón, maní, lino y palma (los cuales tributan actualmente un arancel de 5,0%). Pero dejó afuera de esa medida a la harina de soja.

El domingo 2 de diciembre, luego de la reunión del G-20 realizada en la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri se reunión con su par chino Xi Jinping para tratar diversos temas, uno de los cuales fue el pedido, por parte del presidente argentino, de habilitar el ingreso de harina de soja. Posteriormente envió una carta al mandatario chino para insistir en el pedido.

En la segunda quincena del próximo mes de agosto llegará una nueva misión china para volver a auditar fábricas aceiteras argentinas. Esta vez se espera que el pedido expreso de Macri, junto con la nueva coyuntura global, contribuya a acelerar el proceso de habilitación del principal producto de exportación argentino.

China no importa harina de soja porque tiene una política orientada a promover la industrialización de oleaginosas en su propio territorio. Sin embargo, luego de desastre productivo generado por la fiebre porcina africana, la nación asiática se encuentra en una carrera contra el tiempo para generar nuevas fuentes de proteínas tanto vegetales (fundamentalmente legumbres) como animales (ya sea por medio de la importación como de la promoción interna de carnes alternativas).

Un informe publicado hoy martes por Rabobank –entidad que fue la primera en advertir en abril pasado el cambio sustancial provocado por la fiebre porcina africana en China– indicó que en 2019 la producción de carne porcina en la nación asiática caería en un 25% respecto de 2018 para luego seguir bajando otro 10% a 15% en 2020.

Si bien la “guerra comercial” EE.UU.-China se mantiene en suspenso en línea con negociaciones emprendidas en las últimas semanas por ambos países, las tensiones recurrentes no permiten hacer prever una pronta resolución del conflicto.

Hoy el presidente de EE.UU. Donald Trump, dijo en su cuenta personal de Twitter que China no estaba adquiriendo suficiente cantidad de productos agroindustriales estadounidenses porque el gobierno chino especula con una derrota del oficialismo en las próximas elecciones presidenciales de noviembre de 2020.

“Sin embargo, el problema con la especulación realizada por ellos (China) es que cuando yo gane (las elecciones), el trato comercial que obtendrán será mucho más riguroso o eventualmente podrían n haber ningún trato”, aseguró Trump.

El nuevo escenario agroalimentario global está promoviendo crecimientos sustanciales de las exportaciones brasileñas y chilenas de carne aviar, porcina y vacuna destinadas a la nación asiática, mientras que en el caso de la Argentina y Uruguay está generando aumentos enormes de ventas externas de carne bovina a ese mercado. Las exportaciones de poroto de soja de Argentina y Brasil también crecieron en gran magnitud.

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