Cómo se orientan las inversiones Chinas en los agronegocios

Fuente: Clarin

Son más de 1.600 las empresas agroalimentarias chinas que han realizado inversiones en el exterior por un total de U$S 26.000 millones hasta 2016, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).

Es una inversión realizada en más de 100 países, y que abarca la producción de granos, carnes, productos ictícolas, empresas agroindustriales, maquinaría agrícola, insumos, semillas, y logística.

El cálculo de la agencia de estadísticas de la República Popular es que las inversiones en el exterior aumentaron 5 veces entre 2010 y 2016, y crecerían otras 10 veces en los próximos 10 años.

Un dato estratégico central es que las inversiones en lácteos y carnes se han concentrado prácticamente en su totalidad en Nueva Zelanda y Australia, los únicos países avanzados con los que China ha celebrado acuerdos de libre comercio (FTZ).

Por eso las exportaciones de carne y lácteos de Australia y Nueva Zelanda ingresan al mercado chino con arancel cero (0%), lo que les otorga una ventaja comparativa excepcional, sobre todo en los productos de alta calidad y mejor precio.

Australia tiene un carácter privilegiado en las importaciones chinas de carne vacuna, donde ocupa el primer lugar. Significa que la primacía australiana, ante todo en los cortes “premium”, no sólo se debe a la cercanía geográfica, sino que es producto de un ventaja competitiva que son los FTZ concluidos con la República Popular.

La demanda china de carne vacuna no tiene límites, porque es arrastrada por el consumo de los 440 millones de integrantes de la nueva clase media con ingresos comparables a los norteamericanos (U$S 35.000 / U$S 45.000 anuales).

Hay un crecimiento acelerado de la inversión china en Rusia y Ucrania, atraídas por las “tierras negras” del sur de Rusia, que son las más fértiles del mundo, junto con las de la pampa argentina.

Una novedad es lo que ha ocurrido en los espacios del extremo oriente de Rusia, en la frontera con China, donde se han concentrado en la producción de soja, sobre todo en los últimos 2 años. Este giro estratégico ha sido la respuesta al conflicto comercial con Estados Unidos, en donde China impuso aranceles extraordinarios de 25% a las exportaciones de soja norteamericanas.

Hay que advertir que la superficie sembrada con soja en el extremo oriente ruso por las inversiones chinas supera los 2,5 millones de hectáreas, que se multiplicará por 2 o más en los próximos 3 años.

Las inversiones chinas en el exterior no tienen como objetivo las compras de tierra, sino que se orientan ahora prácticamente en su totalidad a las compras y fusiones (M&A) de empresas agroalimentarias de alta tecnología, así como compañías del sector logístico.

El caso de Cofco, la mayor empresa agroalimentaria de la República Popular, que se ha convertido en la quinta gran compañía comercializadora de granos del mundo, es altamente representativa de esta nueva orientación. Ya son más de 30 las firmas agroalimentarias que ha comprado Cofco entre 2017 y 2018, centradas en el terreno de la comercialización, el procesamiento, y la logística.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Volver arriba