Fuente: Cronista
La construcción del Canal de Nicaragua, el Tren de Alta Velocidad en México, el proyecto de refinería en Costa Rica y la construcción de siete centrales hidroeléctricas, son algunos ellos.
Hace poco el presidente Xi Jinping manifestó que elevaría la inversión en Latinoamérica hasta por u$s 250.000 millones y doblaría el comercio bilateral hasta u$s 500.000 millones, en los próximos 10 años.
Sin embargo, Luis Armando Blanco Cruz, experto Asia y Comercio exterior, considera que debido a las bajas en la capitalización y valorización que han tenido algunos inversionistas asiáticos durante la caída de las bolsas, “puede pensarse que los empresarios van a reconsiderar nuevas inversiones o revisar los términos financieros de los actuales proyectos, en función de la dinámica de los mercados”.
Uno de los proyectos que estaría en la cuerda floja se sitúa en Nicargua en el Canal Interoceánico, obra otorgada por el Gobierno al concesionario chino Hknd Group por u$s 50.000 millones. La compañía, además de excavar el canal, prevé construir carreteras, dos puertos, un lago artificial, un aeropuerto, un complejo turístico y una zona de libre comercio, así como fábricas de acero y cemento.
Sin embargo, a las especulaciones de los medios nicaragüenses respecto a la existencia de los recursos para llevar a cabo el proyecto, se suma que el pasado lunes negro, el multimillonario Wang Jing, dueño de la firma, se le esfumó de su riqueza u$s 201 millones, de acuerdo a Bloomberg.
En Venezuela, el consorcio Sany Group no ha dejado de manifestar su intensión de integrarse al grupo de corporaciones internacionales instaladas en Faja Petrolífera del Orinoco. Si bien, el Gobierno chino, ya realizó una concesión de crédito por u$s 20.000 millones para desarrollar los proyectos en esta zona, todos están a la espera de que a Sany conserve el mismo optimismo en el proyecto.
En Ecuador, resalta la empresa Crcc- Tongguan que asumió la operación del proyecto de cobre Mirador ubicado en su fase final de exploración, el préstamo de u$s 3600 millones para la construcción de las centrales hidroeléctricas y el financiamiento del 70% de la Refinería del Pacífico.
El Tren de Alta Velocidad (TAV) en México que contempla una inversión de u$s 3750 millones también entra en este paquete. Aunque el Gobierno de Enrique Peña Nieto frenó la licitación aduciendo a a la baja de los precios del crudo, cuando se vuelva a reactivar, habrá que ver si la china Railway Construction Corporation no se le han embolatado las ganas para participar. Adicional, la empresa Three Gorges Corporation estaría detrás de la línea ferroviaria transcontinental que conectaría los océanos Atlántico y Pacífico, entre Brasil y Perú, a lo largo de 3500 kilómetros.
En 2014 China generó una facturación de u$s 142.410 millones en contratación de proyectos de obras en el exterior, cifra que supone un aumento interanual de 3,8%. Aunque Gina Rodríguez, directora Cámara de Comercio de Comercio Colombo- China, explicó que además de infraestructura existen inversiones financieras en bancos que ofrecen créditos a los nacionales chinos para fortalecer el comercio bilateral.
Para Carlos García, director del Observatorio de Asia de la Universidad Eafit “China tiene los recursos suficientes para hacer todo lo que tenía comprometido en la región, el problema radica en la inestabilidad política y económica que quede después de este terremoto que ha acontecido, que no se puede vislumbrar hoy”.
Finalmente, todo está en manos del manejo que el Gobierno chino le haga a su crisis y ojalá en esa reconfiguración, la región salga triunfante.
Salvavidas financiero
China se ha convertido en una alternativa de financiamiento, remplazando inclusive a entidades como el Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo y Fondo Monetario Internacional. Mientras que el BM otorgó créditos a la región por u$s 53.364 millones y el BID por u$s 66.933 millones entre 2005 y 2011, China entregó u$s 83.805 millones. El 93% de estos créditos tuvieron como destino a Argentina, Ecuador, Venezuela y Brasil. Adicionalmente, China creó un fondo por u$s 3,2 billones de los cuales solo ha usado una cuarta parte en economías donde tienen injerencia, que aproximadamente.