Fuente: Alacaero
Tras la reunión del Comité del Acero de la OECD (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) y la fuerte insistencia de la industria siderúrgica en su conjunto sobre el daño que la sobrecapacidad instalada y las prácticas desleales de comercio de China está provocando sobre el mercado del acero en nuestro continente y en el mundo, los gobiernos latinoamericanos están comenzando a actuar en favor de asegurar un campo de juego nivelado en el comercio regional.
En América Latina, existen actualmente 27 resoluciones vigentes contra las importaciones de acero desde China, a las que se suman otras 4 investigaciones en proceso. El pasado viernes 19 de junio, la Secretaría de Economía de México publicó la resolución definitiva de la investigación sobre la importación de lámina de acero laminada en frío proveniente de China, en la que impone cuotas compensatorias antidumping de entre 65% y 103% para las importaciones chinas.
La investigación se inició, por parte de las autoridades mexicanas en diciembre de 2013 con la solicitud de las empresas mexicanas Ternium México y AHMSA (Altos Hornos de México). Esta resolución continúa la línea de otra resolución publicada en México, el pasado 9 de junio, que estableció cuotas compensatorias preliminares a las importaciones de láminas de acero laminadas en caliente provenientes de China, Alemania y Francia, y que estableció aranceles de 72,16% y 78,96% para los productos de China.
Hace poco más de un mes, el Gobierno de Perú también estableció una resolución antidumping definitiva sobre las importaciones de tubos de acero laminados en caliente originarios de la República de China, aplicando cuotas antidumping entre US$ 60 y US$ 90 por tonelada. El problema de las importaciones de acero desde China es grave y afecta a la gran mayoría de los países de la región. América Latina es el segundo destino más importante para el acero laminado de China, solo
superada por Corea del Sur.
En los primeros 4 meses de 2015, ingresaron 3,2 millones de toneladas de acero chino a América Latina, muchas de ellas en condiciones de comercio desleal. Ese volumen es 29% por arriba del importado durante el mismo período del 2014 y representan el 39% de las importaciones
totales de laminados de América Latina.
El acero de China es producido por empresas que operan en un contexto de una economía de no mercado y que al ser subsidiadas y apoyadas de forma irrestricta les permite operar en condiciones que serían económicamente insustentables para cualquier empresa privada. La importación indiscriminada de estos
productos con precios en condiciones de dumping está poniendo en riesgo la existencia de las empresas y miles de empleos de América Latina.
Las herramientas y las reglas de la OMC permiten asegurar que el campo de competencia sea parejo, por lo que gobiernos deben aplicarlas de forma oportuna y efectiva.
Algunos gobiernos latinoamericanos están tomando decisiones para enfrentar la problemática las importaciones chinas, como lo demuestran los anuncios comentados, sin embargo, es necesario reforzar y ampliar estas acciones, porque las importaciones chinas se podrán desviar hacia los mercados de otros países latinoamericanos que no cuentan con decisiones similares a la de México y Perú.
Alacero llama una vez más a cada país de América Latina a garantizar un campo de competencia parejo de acuerdo a las regulaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC). En el contexto actual, no es posible que una empresa privada enfrente al gobierno chino y sus empresas siderúrgicas, que son de su propiedad.