Fuente: Clarin
De pronto, la presencia del capital chino en nuestra economía comenzó a llamar la atención. Vale la pena repasar el avance: con Nidera y Noble concentran el 10% del comercio de granos, los bancos ICBC y HSBC están escalando posiciones en el ranking a pasos agigantados, reinan en el negocio petrolero a través de Pan American Energy y de la ex Oxy, lideran en mineral de hierro con MCC en Sierra Grande, Río Negro. Y en electrónica con Huawei en celulares, Lenovo en computadoras y TCL, aventajan a cualquiera. Hay que agregar los vagones. Y según un ex embajador, lo mejor está por venir.
Con esa voz pausada y la mirada amable pero distante que caracteriza a su diplomacia, cerca de su representación deslizan que la multimillonaria inversión que van a concretar en las centrales Néstor Kirchner y Jorge Cepernic será un hito en la relación bilateral.
Por cierto, China es clave para América latina. Por su expansión económica fue la gran aspiradora de los productos de la región.
Beijing explica más del 40% del consumo mundial de zinc, aluminio, cobre, carbón y carne de cerdo. Es, además, el mayor importador de trigo, soja, arroz y carne. Este aumento de la demanda china incrementó el nivel de precios internacionales desde principios del siglo XXI y mejoró nuestras economías. Pero no todas son rosas. De acuerdo con el experto Luciano Bolinaga, del Conicet, “las exportaciones al mercado chino están concentradas en pocos rubros de productos primarios. El comercio de China con la región responde al tipo de intercambio de materias primas por manufacturas”, dice.
Bolinaga cree que se repite el patrón de comercio que tuvimos con Europa. “Las reglas del juego parecen ser las mismas. En todo caso lo único que varió son los jugadores”.
Algunos datos lo confirman: el 82% de los embarques argentinos son granos y semillas oleaginosas, aceites y petróleo crudo. Así, el país sigue siendo la granja y China, el taller. Como consuelo, los embarques brasileños no son muy distintos, salvo que envían más mineral de hierro. Y el 87% de lo que les vende Chile está relacionado con el cobre
