La evolución de la política china hacia América Latina

Fuente: Chinatoday

Las relaciones entre China, Latinoamérica y el Caribe adquirieron un gran impulso a comienzos del siglo XXI. Dirigentes chinos de alto rango realizan frecuentes visitas a América Latina y el Caribe (ALC), donde se está gestando una especie de furor por lo chino. A su vez, dirigentes de diversos países al sur del Río Bravo llegan a China con la finalidad de cimentar los contactos. Las relaciones, sin duda, atraviesan su mejor momento.
Década de 1950: La diplomacia no gubernamental

Luego de la fundación de la República Popular China (RPCh) en 1949, los principales países de ALC mantuvieron durante un periodo bastante prolongado relaciones diplomáticas con Taiwan, en detrimento del reconocimiento oficial a la RPCh.

En medio de aquellas circunstancias, China aplicó una política hacia América Latina que consistió en “desplegar una diplomacia no gubernamental y esforzarse por establecer lazos de amistad, desarrollar intercambios culturales y económicos y encaminarse gradualmente hacia el establecimiento de relaciones diplomáticas”.

Entre 1950 y 1959 unas 1.200 personalidades, procedentes de 19 países de América Latina, visitaron China, entre ellas el general Lázaro Cárdenas, presidente de México entre 1934 y 1940, el doctor Salvador Allende, entonces senador y luego presidente de Chile entre 1970 y 1973, y Jacobo Árbenz, ex presidente de Guatemala, quienes fueron los pioneros de las relaciones de amistad entre China y ALC.

En la década de 1950, China comenzó el intercambio comercial y económico no oficial, o semioficial, con América Latina, mientras que el 28 de septiembre de 1960, Cuba se convirtió en el primer país latinoamericano en establecer relaciones diplomáticas con la RPCh.

Década de 1960: La lucha antiimperialista

Durante la primera mitad de esta década, las relaciones entre China y Cuba y entre China y América Latina alcanzaron un desarrollo relativamente veloz. En septiembre de 1961, Osvaldo Dorticós, a la sazón presidente de Cuba, fue el primer mandatario latinoamericano en visitar el país.
El volumen del comercio bilateral aumentó de 31,28 millones de dólares en 1960 a 343,12 millones de dólares en 1965. El volumen acumulado durante 1960-1965 ascendió a 1.300 millones de dólares.

La política china hacia América Latina, en la década de los 60, se caracterizó por el apoyo decidido del Gobierno chino al movimiento nacional democrático y a la lucha antiimperialista de los pueblos latinoamericanos.

China expresó su solidaridad con la lucha del gobierno y pueblo cubanos contra el bloqueo y la agresión de EE. UU. Asimismo, el 12 de mayo de 1964, el presidente Mao Zedong declaró su respaldo a la lucha del pueblo panameño en torno a la recuperación de la soberanía del Canal de Panamá, y apoyó la lucha del pueblo dominicano contra la intervención armada de EE. UU.

Década de 1970: Apoyo a los gobiernos nacionalistas

Esta década fue un periodo de acelerado desarrollo para las relaciones sino-latinoamericanas. Durante este lapso, 11 países establecieron relaciones diplomáticas con China, como fue el caso de Chile, Perú, México, Argentina, Guyana, Jamaica, Trinidad y Tobago, Venezuela, Brasil, Surinam y Barbados. Muchos factores favorecieron dicho proceso: el apoyo enfático de China a los gobiernos nacionalistas latinoamericanos y la restitución del legítimo puesto de China en la ONU en 1971.

En la década de 1970, China apoyó la lucha que hacían los gobiernos latinoamericanos por salvaguardar sus derechos marítimos, la defensa de los precios de sus productos primarios, el establecimiento de una zona desnuclearizada y el Nuevo Orden Económico Internacional.

Además, las relaciones comerciales y económicas entre China y ALC entraron en un periodo de desarrollo general. Durante este intervalo, el Gobierno chino firmó acuerdos comerciales y económicos con más de 10 países del área y se intercambiaron más de 50 delegaciones comerciales oficiales entre China y ALC.

Décadas de 1980 y 1990: Un nuevo impulso

A finales de la década de los 70, China empezó a aplicar la política de reforma y apertura, la cual precedió al paulatino reajuste de su política exterior y, en particular, al de su política hacia ALC.

A este tenor, China se dio a la tarea de establecer y desarrollar relaciones de amistad y de cooperación con los países latinoamericanos, sin tomar en cuenta las diferencias ideológicas.

Se dio prioridad al desarrollo de relaciones con los principales países de la región, como Brasil, México, Argentina y Venezuela, considerados más moderados en lo político y más desarrollados en lo económico, lo que sustituyó a la política previa que buscaba profundizar las relaciones con los países de marcada tendencia nacionalista.

Gracias al reajuste de la política hacia América Latina, ocurrido durante las décadas de 1980 y 1990, las relaciones políticas sino-latinoamericanas registraron un desarrollo integral, sano y sostenido.

Asimismo, aumentó el número de países latinoamericanos y caribeños que establecieron relaciones diplomáticas con la RPCh: Ecuador, Colombia, Antigua y Barbuda, Bolivia, Uruguay, Bahamas. Para finales de la década de 1990, 19 países de la región habían establecido vínculos diplomáticos con el país.

El volumen del comercio bilateral creció de 1.363 millones de dólares en 1980 a 2.294 millones en 1990 y a 8.278 millones en 1999. En los años 90, China ya tenía intercambios comerciales con todos los países y entidades de ALC.

Comienzos del siglo XXI: Diplomacia omnidireccional

Los primeros años del siglo XXI fueron testigos de un desarrollo omnidireccional, multifacético, sano y sostenido en las relaciones con los países latinoamericanos, traducido en un mayor intercambio en distintos niveles y en las esferas política, económica-comercial, científica-tecnológica y cultural. En este sentido, destaca la diplomacia económica. Los dirigentes de China y de ALC prestan una importancia estratégica al desarrollo de las relaciones bilaterales.

En abril de 2001, el entonces presidente chino Jiang Zemin hizo una histórica visita a Chile, Argentina, Uruguay, Cuba, Venezuela y Brasil. En noviembre de 2004, el actual presidente Hu Jintao emprendió una gira oficial por Brasil, Argentina, Chile y Cuba, mientras que en 2008 llegó a Cuba, Costa Rica y Perú, y en 2010, a Brasil. En junio del año pasado, el presidente Hu asistió a la Cumbre del G-20 en Los Cabos (México).

El 23 de marzo de 2004, China y la isla caribeña de Dominica establecieron relaciones diplomáticas, lo que también ocurrió con Costa Rica el 1 de junio de 2007. Actualmente, de los 33 países independientes de América Latina y el Caribe, 21 mantienen relaciones diplomáticas con la RPCh, lo que corresponde a un 95% del territorio de la región y cerca del 90% de su población total.

Se observa, en consecuencia, una incesante expansión de la cooperación económica-comercial y científica-tecnológica. En los últimos años, el comercio entre China y ALC ha venido creciendo aceleradamente. En 2000, el volumen comercial entre China y la región solo era de 12.596 millones de dólares, mientras que en 2010 llegó a los 183.067 millones y en 2011 alcanzó el récord de 241.500 millones, lo que convirtió a China en el segundo mayor socio comercial de Latinoamérica.

Muchos países de América Latina no ven al crecimiento acelerado de la economía china como una amenaza, sino como una buena oportunidad, y muestran cada vez más interés en aumentar los nexos comerciales y económicos. El desarrollo de nuestro país invita al optimismo en cuanto a las perspectivas de la inversión china en esta región. Un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL) también señaló el papel impulsor del crecimiento económico de China en el desarrollo económico de América Latina.

Desde 2008: amistad,cooperación y asociación

El 5 de noviembre de 2008, el Gobierno publicó el Documento sobre la política de China hacia América Latina y el Caribe, el cual definía con mayor claridad los objetivos establecidos en la política hacia esta región, así como los principios de la cooperación bilateral en distintas áreas.

Entre el 16 y el 23 de noviembre de ese año, Hu Jintao visitó Costa Rica, Cuba y Perú, mientras que Xi Jinping, vicepresidente de China, hizo una exitosa gira por México, Jamaica, Colombia, Venezuela y Brasil entre el 8 y el 22 de febrero de 2009. En abril de 2010, Hu visitó Brasil y, entre el 4 y el 11 de junio de 2011, Xi estuvo en Cuba, Uruguay y Chile en visita oficial. En junio del año pasado, Hu Jintao se presentó en la Cumbre del G-20 realizada en Los Cabos y el primer ministro Wen Jiabao se dirigió a Río de Janeiro a la Conferencia de la ONU sobre el Desarrollo Sostenible e hizo una visita a Brasil, Uruguay, Argentina y Chile.

En estos últimos años, los presidentes de Brasil, Bolivia, Argentina, Chile, Trinidad y Tobago, Colombia y Costa Rica, los primeros ministros de Barbados, Jamaica y Bahamas, así como el presidente del Consejo de Estado de Cuba visitaron también el país. Gracias a ello, se ha incrementado la confianza mutua y las relaciones bilaterales en esta área se vienen profundizando constantemente.

En los asuntos internacionales, las dos partes mantienen, asimismo, una comunicación y coordinación fluida y estrecha. En los organismos internacionales y en el marco de mecanismos multilaterales como la ONU, el G-20, el grupo de los BRICS, la OMC y APEC se ve cada día una mayor influencia de la cooperación estratégica entre China y América Latina en la situación global.

En 2011, el comercio bilateral alcanzó un punto récord con 241.500 millones de dólares y, más aún, el año pasado logró superar dicha marca con 250.000 millones de dólares. La estructura comercial también se ha optimizado en forma gradual. La cooperación bilateral en el área financiera mantiene una tendencia positiva. El Banco Popular de China suscribió un Acuerdo sobre Intercambio de Divisas con Argentina y Brasil por 70.000 millones de yuanes/38.000 millones de pesos y 190.000 millones de yuanes/60.000 millones de reales, respectivamente.

En cuanto a los contactos culturales, China ha formalizado contratos con 19 países latinoamericanos y, hasta finales del año pasado, había fundado 27 Institutos Confucio y 9 Aulas Confucio en 12 países de la región. La Televisión Central de China (CCTV) estableció una sede de corresponsales en Sao Paulo (Brasil), mientras que la Agencia de Noticias Xinhua, el Diario del Pueblo y otros medios de comunicación chinos ya llevan años teniendo filiales en muchos países latinoamericanos. Además, diez medios de comunicación importantes, de países como Brasil, Cuba, Perú, Chile, México y Colombia, han enviado a periodistas especialmente acreditados a Beijing. En torno a los intercambios científicos y tecnológicos, China y Brasil realizaron estudios conjuntos y lanzaron con éxito tres satélites de recursos terrestres. El año pasado, nuestro país lanzó el segundo satélite de teleobservación para Venezuela.

Por el momento, China está poniendo en práctica su XII Plan Quinquenal, acelerando el cambio del modelo de desarrollo económico y estimulando el crecimiento económico sobre la base del consumo, la inversión y la exportación. En la otra orilla del Pacífico, Brasil, Argentina, Chile, Cuba y Venezuela están también elaborando y llevando a cabo sus planes estratégicos de desarrollo a largo plazo, optimizando sus estructuras económicas, mejorando sus infraestructuras y desarrollando industrias emergentes estratégicas. El reajuste del desarrollo económico tanto en China como en América Latina ofrece un mayor espacio y una oportunidad sin precedentes para la ampliación de la cooperación bilateral en la próxima década.

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