Fuente: Valor Soja
La fotografía que abre esta nota fue tomada en las últimas horas en el acceso a un subte de Shangai, la capital de negocios de China. Allí comenzará mañana martes el SIAL, la feria de alimentación más importante de todo Oriente. Como es su costumbre, los exportadores argentinos de carnes partieron en tropel hacia allá, ya que China es desde 2018 el principal y casi excluyente de sus mercados, con casi 75% del total del volumen de embarques. Pero algo anda mal y hace ruido.
En la fotografía que abre esta nota, y en mucha de la cartelería desplegada con motivo de esta monumental exposición, están todas las banderitas de los países participantes, pero falta una: la de Argentina. Están las banderitas de Brasil, de Paraguay, de Uruguay y hasta de Chile, que prácticamente no exporta carne pero sí otros alimentos. Pero no está nuestra banderita.
Puede, o debe, haber sido un simple olvido, un descuido de los organizadores. Pero para quienes están acostumbrados al lenguajes de la diplomacia y el comercio internacional, este desliz quizás esconda algo mucho más grave. ¿Qué pasa con China? Es lo que se preguntan.
Sería raro que simplemente se hayan olvidado de colocar a la Argentina entre los países que participan de esta edición de SIAL Shangai. Solo en materia de carnes, 31 empresas frigoríficas están acompañando al Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), que estaba montando un “gigantesco Pabellón Argentine Beef, de 1.150 metros cuadrados, el más grande de la historia del Instituto.
Aunque la SIAL es muchísimo más grande e incluye muchos otros rubros alimenticios, parace difícil que a los organizadores se les escape ese detalle.
Para colmo, el secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, debió cancelar su viaje a China, donde esperaba finiquitar las extensas negociaciones para abrir ese mercado a las menudencias de origen argentino, entre otros productos. Los mondongos nacionales y otras cosas de ese estilo ingresan actualmente a ese mercado, pero tercerizados a través de Hong Kong. Esta es un anuncio pendiente desde al menos tres o cuatro años.
Vilella se quedará con las ganas de hacerlo, al menos por ahora. Desde el gobierno de China le pidieron que demore su viaje por lo menos hasta principio de julio, pues el ministro que debía recibirlo, su contraparte, estaría ocupado en otros menesteres. Tampoco se podrá averiguar entonces qué pasa que China demora la habilitación de más de 25 plantas de faena que han atravesado la inspección sanitaria para poder comenzar a exportar hacia ese destino. Brasil y Uruguay están recibiendo el visto bueno oficial de China para las suyas, pero la Argentina sigue esperando.
¿Qué pasa con China? Muchos sospechan que el gobierno de Xi Jinping le está pasando al gobierno de Javier MIlei algunas facturas que exceden por lejos los entremeses del negocio de la carne. Pero que lo afectan. La carne vacuna se ha transformado en el mayor producto de exportación, superando a la soja. Entre enero y marzo de 2024, acumularon 152.055 toneladas por un valor superior a los 435 millones de dólares. En 2023, las ventas sumaron 528.618 toneladas por un valor de 1.648 millones de dólares.
Tan dependientes son de lo que suceda con ese mercado, que los empresarios argentinos de la carne se calzaron las orejeras y partieron hacia Shangai, a redoblar la apuesta pese a que falte la banderita. Una gacetilla del IPCVA que relata esta gesta, trató de minimizar los temores actuales. Solo dijo que “la República Popular China plantea para los exportadores nuevos desafíos y un gran interrogante en cuanto a los precios que nunca volvieron a acercarse a los valores obtenidos cuando el gigante asiático estaba afectado por la gripe porcina africana”, más cerca de 2018.
“Hace más de un año que el mercado está depreciado y que viene con bajos valores”, comentó Hugo Borrell hijo, de la firma ArreBeef. “Sabiendo de la importancia que tiene para nuestro país y para nuestro negocio, considero que es importantísimo ir a la SIAL para ver de motu proprio, charlar con los clientes y tratar de interpretar cuál es la real situación del consumo en China para la carne vacuna”, agregó.
“Esta feria creo que va a estar caracterizada por tratar de dar una mayor comprensión al desarrollo y comportamiento del mercado chino”, confirmó Carlos Riusech, del Frigorífico Gorina y vicepresidente del Consorcio ABC. “China está comprando los volúmenes usuales pero nos cuesta comprender el nivel de precios. Hoy estamos en una meseta bastante chata que nos dificulta la integración en función de los precios del ganado en la Argentina, así que creo que por ahí va a pasar el principal vector de la feria”, agregó.
Ricardo Schiavone, del frigorífico Forres Beltrán, confirmó que “este año se comenzó con volúmenes crecientes, pero la realidad del negocio hace que nos repleguemos en los volúmenes a producir y exportar”.