La industrialización de soja finalizó el año pasado con una merma del 12 por ciento. Los datos que fueron consignados por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) responden a tres motivos: sequía, retenciones y guerra comercial. Estos dos últimos seguirán siendo las causas por las cuales la molienda continuará en picada este año y se estima que será de un 30% lo que llevará a una capacidad ociosa del 45 por ciento.
El trabajo de la entidad rosarina señaló que la industria aceitera cerró el 2018 con un crushing acumulado de 36,7 millones de toneladas de soja. El volumen de oleaginosa industrializada fue un 12% inferior al de 2017 y un 8% menor al promedio de la industria en los últimos cinco años.
Según la BCR, la caída interanual se puede explicar por varios factores. En primer lugar, un fenómeno climático: la dura sequía que recortó sensiblemente la cosecha de soja. Luego fue el escenario internacional: la disputa arancelaria iniciada en junio pasado entre China y EE.UU. y por último, un cambio en las reglas de juego internas: la modificación de los derechos de exportación y reintegros implica un esquema en el que desaparecen dichas diferencias y desalienta la exportación de productos industrializados.
Descartado el tema de la sequía para este ciclo, fuentes de la industria adelantaron que en el actual escenario donde sigue sin solucionarse el conflicto comercial entre chinos y norteamericanos el cual debería tener un fin el próximo primero de marzo, y sin poder convencer al Gobierno sobre alterar el esquema de retenciones, la molienda tendrá una caída aun mayor que llegará al 30%, es decir 18 pp más que lo visto en 2018.
Las fuentes señalaron que el panorama es malo. Con la merma en la industrialización, la capacidad ociosa alcanzará el 45%. El parate de las fábricas es algo que ya se está viendo desde comienzos del año lo que ocasiona no sólo que los trabajadores tengan vacaciones forzosas sino y peor aún, el cierre de las plantas y como consecuencia el despido del personal como ya paso en la planta de Valentín Alsina de la multinacional Cofco, ex Nidera.
Días atrás el secretario general de la Federación de Trabajadores del Complejo Oleaginoso, Daniel Yofra, le envió al ministro de la Producción, Dante Sica, una misiva donde le alertó que desde lo sucedido en Cofco, han sucedido “retiros voluntarios, suspensiones o vacaciones anticipadas con paradas de plantas” de forma “unitaleral y arbitrarias”. Para Yofra el accionar empresarial tiene un fundamento que no es mas “que hacer pagar a los trabajadores por medidas que viene tomando el actual Gobierno nacional y que resultan antipáticas para el sector agroexportador”.