Fuente: Clarin
La empresa contratista a cargo de la construcción de la Estación Espacial China en Quintuco (Neuquén) despidió a alrededor de 100 obreros en el último mes y medio. El sábado, la comisión interna se reunió con directivos de la firma Esuco en la Subsecretaría del Trabajo en la ciudad de Zapala, y se dictó una conciliación obligatoria hasta el miércoles. Hoy, sin embargo, cuando los operarios asistieron al lugar de trabajo, desde la gerencia local les comunicaron que no podían ingresar.
Mañana las partes se volverán a encontrar para definir cómo sigue el conflicto. En total son 97 los despedidos: 54 de ellos recibieron los telegramas la semana pasada y los otros 43 fueron despedidos en mayo. Pero los motivos para cada una de las tandas de despidos son distintos. Según argumentó la empresa, los primeros fueron cesanteados por problemas de comportamiento y ausentismo. Los segundos porque su labor ya no es necesaria debido al avance de la obra. Clarín intentó comunicarse con la gerencia de la compañía pero en Buenos Aires, Río Gallegos y Neuquén -sedes que tiene la empresa- explicaron que, por ahora, nadie podía hacer declaraciones.
Los conflictos entre los empleados y el directorio de la contratista no son nuevos. Los obreros -muchos de ellos de Formosa, Misiones, Bolivia y Paraguay- venían denunciando que la empresa brindaba “pésimas condiciones de trabajo”. Apuntaron a la falta de baños químicos (2 para casi 100 personas), comida de baja calidad, escasa renovación de equipos (aseguraron que trabajaban en zapatillas) y falta de comodidades en general, en una locación ubicada a 300 kilómetros de Neuquén capital.
Ante la negativa de la contratista de justificar los despidos en una primera instancia, los trabajadores cortaron el viernes la Ruta 40 en la entrada a la localidad de Las Lajas. En este marco los operarios también dieron a conocer que se encuentran en disidencia con el gremio de la construcción UOCRA de Neuquén que, dicen, los ha presionado para que abandonen sus medidas. Sin embargo, la medida fue suspendida después de que se acordó una reunión urgente en la subsecretaría de Trabajo para ese mismo día por la tarde.
Los despidos se dividieron en dos tantas: entre el personal que mantenía faltas en su labores o tenía problemas de comportamiento y, un grupo mayor, que desarrolla tareas altamente especializadas en el levantamiento de estructuras con hormigón. “Es personal necesario e irremplazable”, aseguró Aldo Espinoza, integrante de la comisión interna.
La obra, que debería estar finalizada en 2016, se encuentra al 40% de su ejecución. El costo total será de US$ 300 millones. La estación china generó todo tipo de debates en la provincia de Neuquén donde diputados de la oposición le exigieron al gobierno de Jorge Sapag informes detallados de cuál sería su verdadero uso.
La base china tendrá una antena de 35 metros de diámetros y forma parte del programa espacial de este país. La unidad construida en Neuquén servirá como apoyo para el control de las sondas robóticas que manda China a la Luna. Eso en los papeles. Funcionarios de Estados Unidos así como políticos nacionales y provinciales han asegurado que el auténtico fin no es científico sino militar.
“Desde su inicio se planteó el desacuerdo con la firma del convenio porque se hacía con China Harbour Engineering Company Ltd. (CHEC), empresa constructora que depende del ejército chino, donde afirmamos que se trata de una obra para uso militar. Esuco que es una empresa subcontratista de CHEC, también está cuestionada, siendo su titular Carlos Wagner, vicepresidente de la Cámara de la Construcción y uno de los proveedores de la obra pública, favorito de Cristina Kirchner”, aseguró la diputada del FIT, Gabriela Suppicich, que acompañó en Zapala a los trabajadores afectados.