Omar Perotti sobre la relación con China: “DEBEMOS SER SERIOS E INTELIGENTES CON CHINA”

Fuente: Orientar

Omar Perotti es precandidato a gobernador de Santa Fe por el Frente para la Victoria.

De sus tiempos como intendente de Rafaela tenía los primeros conocimientos teóricos sobre la República Popular China. Esos conceptos tomaron forma luego, durante su gestión de ministro de Agricultura, Ganadería, Comercio y Servicios de Santa Fe, al recibir a empresarios del país asiático. Y su llegada a la Cámara de Diputados, en 2011, lo dejó en contacto directo con la segunda economía del mundo. Fue entonces cuando Omar Perotti pasó a integrar la Comisión de Relaciones Exteriores, donde asumió como presidente del Grupo Parlamentario de Amistad con China. Este cargo lo llevó en 2013 por primera vez a la nación oriental -en una comitiva encabezada por el titular de la Cámara Baja, Julián Domínguez- y ratificó su afán por acentuar el vínculo bilateral. “Ahí no sólo confirmé la dimensión que se hace de ese país, sino que lo vi en acción. Pude escuchar sus programas, definiciones y perspectivas hacia 2020-2021 para duplicar su PBI. Ver cómo piensan alcanzarlo es enriquecedor y deja en claro la manera en que tienen pensada la relación con América Latina y, en particular, con la Argentina. Eso nos obliga a actuar en consecuencia”, sostiene el legislador y candidato a gobernador de Santa Fe por el Frente para la Victoria.

Perotti cuenta las impresiones de ese recorrido por China, donde fue recibido por el primer ministro Li Keqiang, en la Casa de Gobierno. Habla con interés del vínculo comercial entre ambos países y acepta posar en el recinto minutos después de una sesión parlamentaria. En el camino, deja atrás los mismos pasillos transitados meses atrás por el presidente Xi Jinping, en su visita histórica para firmar acuerdos políticos y empresariales. “Siempre estuvo dispuesto a saludar, tomarse una fotografía, dedicar un tiempo más a una conversación y extender una instancia del protocolo. Todo un gesto de relación positiva y afecto con nuestro país. Las relaciones duraderas se construyen con los afectos, y eso es lo que genera confianza y pertenencia en ambos países a un proyecto común”, destaca el presidente del Grupo Parlamentario de Amistad con China, comisión integrada por diputados de diferentes partidos políticos.

-En la visita de la que usted habla, Xi Jinping y Cristina Fernández firmaron un acuerdo de “asociación estratégica integral” entre ambos países. ¿Cómo analiza este nuevo escenario?
-Se trata de una señal importante para la Argentina de cuál es el vínculo con el mundo y de qué países nos pueden prestar atención. También es un muy buen indicio luego de un trabajo serio de diez años, correspondido con el mayor nivel de presencia de una nación, con su Presidente y gran parte de sus ministros. El nuevo acuerdo compromete a nuestro país a saber aprovechar esta oportunidad y vincularse con una nación que tiene clara su necesidad de lazos fuertes con América Latina y sabe lo que quiere de la región. Debemos ser inteligentes y serios en el seguimiento de los convenios firmados para hacer que este volumen de exportaciones crezca y lo haga con valor agregado.

-¿Y de qué manera se consigue venderle con mayor valor agregado a China? Se insiste con este objetivo desde hace años, pero la balanza comercial continúa siendo deficitaria para la Argentina…
-Hay que conocer más el mercado chino. Y en esto tienen que aprovecharse todos los mecanismos institucionales. Es decir, el trabajo que hacen la Cancillería, los ministerios y las cámaras sectoriales, con firmeza y continuidad en las negociaciones. El seguimiento de las negociaciones es clave para que la Argentina pueda aprovechar esta instancia comercial con China. Además, deben trabajarse ciertos conceptos para acercar posiciones. El mundo ha cambiado mucho y, en los últimos años, se derribaron mitos que parecían imposibles. Es bueno tener el oído atento a las cosas nuevas, salirse de los clichés escritos y ver el mundo como está hoy. ¿Qué significa esto? Quitarse esa frase hecha de que es imposible comercializar con los chinos y que con ellos no se puede competir.

-¿Y cuál es la postura, a su criterio, que deben tomar los empresarios argentinos?
-Cada país cuenta con sectores fuertes y estratégicos; sectores en los que se tienen condiciones para estar mejor preparado que en otros. Debemos ser inteligentes para saber en cuáles tenemos que profundizar y optimizar nuestro crecimiento con China. La incorporación de valor agregado es el deseo de todos los argentinos para exportar más y crecer en el vínculo. En la medida en que nosotros incorporemos al vínculo con China productos con mayor valor agregado, la relación irá teniendo más aspectos integrales de los que tiene hoy con las exportaciones de granos o algunos de sus derivados. Nuestros empresarios tendrán que dar los pasos necesarios para conocer más a China y sus sectores industriales con la particularidad del funcionamiento del mercado y sus empresas, con la participación estatal importante. Pero claramente con ellos el mundo puede vender, comprar, invertir y recibir inversiones. Ahí debemos tener una posición clara a favor de incorporar mayor valor agregado y mayor esquema asociativo.

-¿Hay posibilidades de generar un esquema de asociaciones comerciales con un gigante económico como China?
-Los dos países podemos ganar en esta relación. Pueden existir posibilidades de que empresas chinas inviertan en sectores que necesita la Argentina. Que el tren se desarrolle otra vez en el país, y que los que aporten el material sean chinos, es algo que va en la línea del interés de ambos socios comerciales. En cada sector, a nuestro país le interesará tener una parte de su industria vinculada al material ferroviario y participar en este proceso. Son cosas que deben definirse en los sectores metalmecánicos competitivos; seguramente puede acordarse un esquema de muy buen diálogo, cupos y valores para que no se afecte la posibilidad de desarrollo industrial local. Tenemos que dar pasos importantes en la búsqueda de asociaciones de empresas argentinas con chinas, o de chinas con argentinas. Ya existe una señal muy importante: la empresa que produce la vacuna antiaftosa, desarrollada en nuestro país, se radicará en China con un socio con el que realizará allí su tarea. Cómo facilitar el conocimiento mutuo será una tarea para desarrollar a futuro.

*La entrevista fue publicada en la edición septiembre/octubre 2014 de la revista OrientAr

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