Exportación de carne: ¿por qué la Argentina está expuesta a la incertidumbre china?

Fuente: LaNueva.com

China es, por lejos, el principal mercado de carne vacuna a nivel mundial. En los últimos años sus importaciones han llegado a representar más de un tercio del comercio mundial”, dice María Julia Aiassa, analista de mercados ganaderos del Rosgan.

“Este año, según estimaciones del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), con compras por 3,6 millones de toneladas anuales alcanzaría cerca del 35 % de las compras globales”, agrega.

También afirma que tal nivel de importaciones refleja, claramente, su falta de capacidad de producir los alimentos que consume, en particular para el caso que nos ocupa a los argentinos: la carne vacuna.

“Sin embargo, lejos de significar esto una debilidad comercial, a través de una muy estricta política de seguridad alimentaria, el país asiático ha sabido marcar el pulso de los mercados en los que se abastece”, asegura.

“Con momentos que revelan una gran voracidad en sus compras, sólo interrumpidos temporalmente por desconcertantes períodos de calma, China logra fluctuar entre subas y bajas de precios sin soslayar su creciente necesidad de abastecimiento”, explica la consultora.

En lo que va de este año, según datos publicados por la misma Aduana china, las compras de carne vacuna en el exterior ascienden a 2,035 millones de toneladas, lo que marca un nuevo récord en compras al superar, en un 5 %, el volumen importado en igual período de 2022.

Sin embargo, en materia de precios, el dato de septiembre (4.924 dólares por tonelada) se ubica un 27,5 % por debajo de los valores registrados un año atrás, sólo superado por los pisos alcanzados a finales de 2020 (en plena pandemia).

“Claramente, esta situación golpea más de lleno a países que, como la Argentina, posee un alto nivel de exposición frente a este mercado”, sostiene.

Tres cuartas partes

De acuerdo con la estadística de salida del Rosgan —publicada por el Indec— en lo que va del año China se está llevando más de tres cuartas partes de nuestras exportaciones de carne vacuna habiendo, incluso, alcanzado en mayo el 83 % de participación, lo que convierte al país en el único proveedor que presenta tal grado de exposición frente al principal comprador del mundo.

De enero a septiembre de este año, los datos de importación de China muestran a Brasil abasteciendo el 41 % del mercado.

Más abajo se ubican la Argentina, aportando el 20 %; Uruguay, el 10 %; Australia, un 8 % y los Estados Unidos, con un 6 % del total de sus compras.

En ese mismo período —aunque computando estadísticas de salida que, dependiendo del origen, pueden tener un desfasaje de entre 20 y 60 días hasta impactar en destino—, la Argentina es el proveedor que mayor concentración presenta en este mercado con un 76 % de participación.

En este orden lo siguen Uruguay, con el 56 %; Brasil, este año con el 49 %; Australia, con el 20 % y los Estados Unidos, con un 15 % de concentración.

“Por tanto, pese a ser uno de los principales proveedores de carne vacuna de China, en el balance general la Argentina es el origen que mayor debilidad de negociación presenta dado por el desequilibrio que existe entre su nivel de exposición (76 %) y por su correspondiente participación de mercado (20 %)”, indica Aiassa.

“Sin dudas, este año el mercado de carnes se encuentra presionado por la fuerte competencia que están ejerciendo dos grandes jugadores como Brasil y Australia, en este caso especial aportando cerca de 300.000 toneladas adicionales de carne al mercado externo”, expresa.

A su vez, la Argentina tampoco escapa a esta situación.

“En un año en el que, localmente, se conjuga una fuerte oferta ganadera producto de la seca con un mercado interno sumamente deprimido sin capacidad de absorber volúmenes adiciones de producción, el saldo exportable indefectiblemente debe encontrar destino, quedando prácticamente expuesto como tomador de precio”, dijo Aaissa.

Mercado cambiario

En la actualidad, con valores deprimidos y un diferencial cambiario sumamente desalentador para la exportación, muchos industriales han estado frenando la faena a la espera de algún cambio en alguna de estas dos variables.

Según el USDA, para el año 2024 las exportaciones mundiales de carne vacuna prevén aumentar en un 1 % hasta 11,9 millones de toneladas.

Nuevamente, tanto para Brasil como para Australia, el organismo proyecta un importante aumento de la producción, la cual se trasladaría —en gran medida— a exportaciones.

De esta manera, para la Argentina se genera una competencia que presionará aún más los valores. En este punto, la analista entiende que se abren dos incógnitas que podrían derivar en una oportunidad clave.

“Por un lado, a diferencia de lo que se ha visto este año, se trata de testear la reacción del mercado ante la menor oferta ganadera que se espera para el próximo ciclo”, dice.

“Y, en este contexto, se debe determinar cuán asertivos logremos ser trabajando estratégicamente hacia una mayor diversificación de nuestros mercados que permita reducir el actual nivel de exposición que presentan nuestras exportaciones”, concluye Aiassa.

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