Fuente: Agrofy
Cofco es una compañia china que ganó protagonismo en Argentina luego de la compra de Nidera y Noble Agri. Esto la transformó en el principal exportador de granos y subproductos del país.
En un encuentro en la Universidad Di Tella, el presidente de Cofco para Argentina planteó la oportunidad de transformación que abre la demanda asiática, y también los desafíos para aprovecharla.
Alfonso Romero destacó el rol de la agroindustria argentina, “siempre fue una industria de exportación“, y agregó: “El gran desafío que tenemos de ahora en adelante es transformar estas proteínas vegetales en proteínas animales“.
Argentina se posicionó como el principal exportador de aceites vegetales y de harina de soja, con una importante participación también en el mercado de maíz. Pero la demanda y el problema que enfrenta China por la fiebre porcina muestra una oportunidad llena de desafíos.
Romero destacó el proceso de firma de protocolos sanitarios, en especial a China: “Son la llave para cambiar nuestra matriz de producción a proteína animal“.
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Todavía hay una brecha muy grande sobre lo que se puede producir y lo que se puede exportar: “Debemos ser un país que exporte carne, no solo para abastecer al mercado interno, sino también para abastecer a los mayores mercados del mundo“, remarcó.
“Hoy el productor no pide solo el producto, sino también trazabilidad y sustentabilidad, quiere saber en qué está invirtiendo”, agregó. En este sentido, hay una oportunidad adicional “si podemos demostrar estos beneficios”.
El desafío detrás de la oportunidad es “financiar la transformación”. “Se necesitan líneas de largo plazo, que sean competitivas”, comentó sobre el volumen de inversión que requiere un nuevo establecimiento de producción. “Hay temas estructurales que son necesarios resolver para avanzar en este camino”.
El presidente de Cargill Argentina, Fernando Cozzi, agregó durante el encuentro que se necesitan reglas de juego claras para avanzar en esta transformación: “Una cosa es financiar la exportación de maíz y otra es hacer florecer un negocio que necesitas 2 o 3 años”.
A mediados de 2005 Cargill invirtió en un frigorífico que estaba fundado en función de la exportación, con la idea de “exportar carne argentina”. “Al poco tiempo se cerró la exportación y terminamos malvendiendo el establecimiento 5 o 6 años después”, contó Cozzi graficando el impacto de las restricciones.
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Ignacio Lartirigoyen es cofundador y actual presidente de la firma homónima, que se posicionó como un operador competitivo y confiable de agronegocios en Argentina.
Lartirigoyen destacó el volumen de la demanda detrás del problema defiebre porcina que enfrenta China, pero agregó que para satisfacer ese pedido “una parte puede venir por ser más eficientes pero el resto hay que invertir”. En este sentido, “hay una oportunidad única de transformar y de vender carne”.
Mariano Bosch, CEO y fundador de Adecoagro, recordó que Argentina aporta principalmente materias primas al mundo y citó el ejemplo de Estados Unidos como modelo de agregado de valor: “No va en contra de la exportación, es la oportunidad que tenemos”, comentó sobre la posibilidad de transformación.
Bosch puso de ejemplo el negocio lechero de Adecoagro: “Es lo que encontramos para transformar proteínas vegetales en animales”. Pero alertó también que la falta de infraestructura es una limitante para crecer: “En Venado Tuerto no teníamos energía, pusimos un biodigestor pero no puede ser que la energía no llegué ahí”.
“Hay mucha capacidad para producir, tenemos la tecnología, pero nos falta infraestructura, internet, energía, rutas y universidades en el interior. Nos va a dar la oportunidad de desarrollar a la agroindustria”, agregó.
Para Adecoagro, la forma de financiar los proyectos de producción fue con inversiones de capital de terceros. Ahora, con la expansión en Brasil accedieron a financiamiento atractivo: “En Brasil (con ese financiamiento) se generaron 5000 empleos donde no había nada. Y en la Argentina no se logra”.
Respecto a la inversión que se requiere para la transformación, consideró: “Son números enormes que sin financiamiento no se pueden pensar”.
PROTEÍNAS ALTERNATIVAS
Otro de los temas presentes en el encuentro en la Universidad Torcuato Di Tella fue el avance de las proteínas alternativas: “Es algo que avanza y no podemos detenerlo”, graficó Bosch.
Desde Adecoagro consideran que hay que tener una gran adaptación a las demandas, que tienen mucho más en cuenta aspectos sustentables, para lo que se deben generar modelos de negocios que tengan capacidad de adaptación a estos cambios.
Lartirigoyen citó encuestas que hablan de que para 2040 un 40% de la carne que se consume va a ser animal, un 25% carne de células y 25% vegetal. En 2025 todavía un 90% va a ser animal. “Vamos a ver un crecimiento enorme en 20 años, pero creo que va a haber mercados para todos”.
Cargill ya es un actor muy importante en carne alternativa con inversiones destinadas a este tipo de proteínas: “Los clientes tradicionales se preguntaron si estábamos yendo para otro lado”, contó Cozzi. “Es una apuesta porque se cree que puede haber algo, pero hay que ver hasta dónde llega. De ninguna manera el negocio tradicional se va a derrumbar”, agregó.
