Fuente: Lapoliticaonline
En la primera década del siglo XXI el gobierno de la República Popular de China publicó tres Libros Blancos sobre distintas regiones mundiales: Unión Europea (2003), Africa (2006), América Latina y el Caribe (2008). En 2016 el gobierno del presidente Xi Jinping (al frente de la presidencia desde marzo de 2013) dispuso la publicación de un nuevo Libro Blanco sobre América Latina, lo que demuestra la importancia política y comercial que la milenaria nación oriental le asigna a esta región, hecho que ha despertado una profunda preocupación en el gobierno de los Estados Unidos, agregándole un factor geopolítico muy importante a la guerra comercial que vienen sosteniendo ambos países.
A lo largo de los últimos años China ha venido planificando su acercamiento a los países de América Latina a través de las llamadas “Asociaciones Estratégicas”. Su ministerio de Relaciones Exteriores ha sellado ocho de ellas con la región: México (2016), Brasil (2017), Argentina (2015), Venezuela (2014), Chile (2016), Ecuador (2016), Perú (2013), y Uruguay (2016). Todas ellas menos la de Uruguay son “Asociaciones Estratégicas Integrales”, es decir que abarcan políticas comerciales, inversiones en energía, infraestructura y cooperación en materia cultural.
De acuerdo a un reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la inversión extranjera directa de China en el continente sudamericano presenta un fuerte grado de concentración. Entre los años 2005 y 2017 solo tres países, Brasil, Perú y Argentina, recibieron el 81% de la misma.
Cabe destacar que América Latina tiene un déficit comercial con China que supera los 60 mil millones de dólares.
Las tres mayores transacciones corporativas realizadas por China durante el año pasado se registraron en Brasil por un total de 14.150 millones de dólares, y estuvieron vinculadas al sector de la energía.
A través de Petrobras, y pese al centenar de delitos investigados en el marco del Lava Jato, Brasil ha recibido millonarios préstamos de bancos chinos en los últimos tres años, los que fueron saldados con grandes exportaciones de petróleo.
En Argentina, por su parte, la corporación china Shandong Gold Mining adquirió el año pasado el 50 por ciento de la Mina Veladero a una firma canadiense en la suma de 960 millones de dólares.
En tanto, en los inicios de la guerra comercial con la administración de Donald Trump, se destaca la compra de las operaciones de la estadounidense Dow Chemical en Brasil por parte del holding chino CITIC Agricultural Industrial Fund por un total de 1.100 millones de dólares. En nuestro país CITIC había mostrado su interés en adquirir la participación del empresario Cristóbal López en el Banco Finansur, finalmente absorbido por el Banco Galicia.
En lo referente a préstamos financieros otorgados por China a gobiernos de América Latina y el Caribe, el total de los mismos aprobados en la última década supera a los que entregaran el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Eximbank.
El gobierno de China anunció días atrás que está a punto de conceder un préstamo al régimen de Nicolás Maduro por un monto de 5 mil millones de dólares. El desembolso se hará a través del Banco de Desarrollo chino y será destinado a financiar la grave crisis que sufre la producción energética de Venezuela, a pesar de ser el país con mayores reservas petrolíferas a nivel mundial.
Distintos centros de estudios norteamericanos y europeos han estimado que los préstamos otorgados por China a Venezuela entre 2005 y 2017 alcanzaron la suma aproximada de 65 mil millones de dólares, lo que convierte al régimen de Xi Jinping en el mayor acreedor del estado venezolano.
El pasado mes de abril, en el marco de la VIII Cumbre de las Américas realizada en Perú, el secretario de Comercio de los Estados Unidos, Wilbur Ross, afirmó que “China es el país más proteccionista del mundo” y lo calificó como un “depredador” de los países de América del Sur.
Por su parte el embajador de China en Perú, Jia Guide, destacó el aumento en un 18,8 por ciento del comercio entre China y Latinoamérica en 2017 en comparación con 2016, añadiendo que las inversiones acumuladas y directas de Pekín en la región han alcanzado los 200.000 millones de dólares.
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En el campo de la venta de armas, el Instituto de Investigación de la Paz de Estocolmo informó que en la última década China superó a Francia y Alemania como exportador de material bélico. En América Latina el armamento chino ya representa casi el 24 por ciento de las adquisiciones, disputándole el mercado a Rusia, aunque todavía lejos de lo exportado por Estados Unidos.
Durante la presentación del presupuesto para la defensa correspondiente al 2018, el ministerio de Finanzas de China resolvió asignar la suma de 173 mil millones de dólares para el presente ejercicio, lo que representa un aumento del 8 por ciento con relación al del año pasado. Los gastos de defensa representan el 5,24 por ciento del total del presupuesto del gobierno chino, siendo la partida de Defensa la mayor por segundo año consecutivo.
El presidente Xi Jiping ordenó un recorte de 300 mil efectivos en el ejército de su país, el mayor del mundo en número de efectivos, para fijarlo en 2 millones de soldados.
El presupuesto militar norteamericano prácticamente cuadruplica al chino al superar los 700 mil millones de dólares.
Según un informe difundido por el Departamento del Tesoro en marzo de este año, China incrementó en 8,5 mil millones de dólares esa tenencia de activos y alcanzó los 1,18 billones de dólares. Estas cifras ratifican al régimen de Pekín como el mayor tenedor de activos de los Estados Unidos que incluye bonos del Tesoro, pagarés y billetes.
En agosto último, el excedente comercial de China con los Estados Unidos alcanzó los 31.050 millones de dólares, derivado a su vez de una suba de casi el 19 por ciento respecto del mismo mes del año pasado a favor de la nación oriental.
El gobierno de Trump también está atento al incremento del intercambio comercial entre China y Mexico, ya que el intercambio de productos agropecuarios entre ambos países se ha intensificado en los últimos tiempos. En los primeros cinco meses del año, las ventas de granos reportaron un crecimiento de 54%, comparado con el mismo período de 2017.