Fuente: Pulso.cl
Por Juan Esteban Musalem. La creciente población del planeta plantea numerosos desafíos desde el punto de vista alimentario, donde la agricultura juega un rol de primera magnitud.
Desde hace más de una década que funciona exitosamente en China una granja demostrativa chilena, lugar donde se exhiben las tecnologías más usadas por nuestros agricultores, se estimula la investigación y se promueve la transferencia productiva bilateral. La granja, ubicada en la localidad china de Ji Xian, cercana unos 80 kilómetros de las grandes ciudades de Tianjin y Beijing, representa uno de los hitos más consistentes y simbólicos del excelente nivel en que se encuentra la cooperación agrícola entre Chile y China.
Para fortalecer aún más esta realidad, en mayo del presente año ambos países suscribieron el Plan Quinquenal para el Mejoramiento de la Cooperación Agrícola para el período 2017-2021, el cual establece como áreas prioritarias el intercambio de políticas, la sanidad animal y vegetal, la capacitación de recursos humanos, y el intercambio de experiencias sobre ahorro de agua y agricultura de secano.
Siguiendo esa línea, a fines de septiembre fue inaugurado en la Región Metropolitana el Centro de Investigación y Desarrollo para Ciencia y Tecnología Agropecuaria China-Chile, iniciativa conjunta que contempla además la instalación de una granja experimental china en una superficie perteneciente al Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), dependiente del Ministerio de Agricultura.
Como un correlato de la experiencia chilena en el país asiático, el predio demostrativo buscará recabar información sobre el correcto manejo de diferentes variedades de especies chinas, con el fin de conocer su adaptación a las condiciones locales, junto con la generación de datos de producción y poscosecha. Paralelo a la granja, parte de la infraestructura del proyecto será destinada a recibir también a investigadores chinos que vengan a hacer pasantías a Chile.
La creciente población del planeta plantea numerosos desafíos desde el punto de vista alimentario, donde la agricultura juega un rol de primera magnitud. La existencia de iniciativas de cooperación como las descritas se transforma, así, en uno de los mejores ejemplos del compromiso y esfuerzo conjunto que China y Chile llevan adelante para el desarrollo de la innovación y la necesaria diversificación en el sector. Un modelo, en definitiva, que ojalá sea replicado en el resto de América Latina y el mundo.
*El autor es presidente de la Cámara Chileno China de Comercio, Industria y Turismo (Chicit).