Fuente: InventariandoChina
La balanza comercial industrial aumentó su déficit 48 por ciento en los últimos ocho años, al alcanzar un saldo negativo de 32.000 millones de dólares en 2015, marcada por el avance en la participación de las importaciones desde China y una alta dependencia externa de la actual estructura productiva, sostiene un informe elaborado por la Unión Industrial Argentina (UIA).
El déficit de las manufacturas de origen industrial (MOI) creció desde 2007 en el intercambio con la mayoría de los socios comerciales de Argentina, para acumular un aumento sostenido en su déficit del orden del 48 por ciento hasta el año pasado, cuando el resultado negativo alcanzó los 32 mil millones.
En 2015, el saldo negativo de las MOI fue de 8.200 millones de dólares con la Unión Europea; de 4.660 millones con Estados Unidos, y de 11.400 millones con China, cifras que representaron un aumento de 51,2%; 33%, y 130%, respectivamente, con respecto a 2007.
La excepción entre los principales socios comerciales fue Brasil, con el que Argentina registró un déficit de 4.800 millones de dólares, explicable por la contracción de los niveles de producción automotriz en ambos mercados y equivalente a una caída de 32 por ciento en los últimos ocho años.
El informe destaca que “la participación de China en las importaciones totales pasó del 13,5 a 19,5 por ciento entre 2010 y 2015, en un contexto en el que incrementó su incidencia en la mayoría de los mercados globales desde 2001.
En Argentina, la participación de las MOI chinas pasó de 13,5 por ciento (7.678 millones de dólares) en 2010 a 19,7 por ciento (11.783 millones de dólares) en 2015. En el primer cuatrimestre de este año esa incidencia aumentó a 20,2 por ciento.
Por otra parte, la UIA calificó como preocupante el incremento de 9 por ciento de las cantidades importadas de MOI durante el primer cuatrimestre del año, pese a la contracción de la actividad industrial y económica y en medio de un comercio mundial estancado.
El aumento de las cantidades importadas estuvo traccionado por bienes de consumo, con un crecimiento de 16 por ciento, en particular en textiles, alimentos elaborados y línea blanca, entre otros.
También incidieron las subas de 15 por ciento en las compras de combustibles, y de 13 por ciento en las de partes y piezas de bienes de capital.
El informe advirtió que la actual estructura productiva, al igual que ocurre en la mayoría de los países en desarrollo, es dependiente del sector externo.
“Las importaciones y el déficit MOI aumentan cuando crece la economía y la industria, y lo hacen de manera más que proporcional, lo cual requiere, para sostener el crecimiento, buenos términos de intercambio o endeudamiento”, precisó.
Por ello, la UIA consideró fundamental mejorar el perfil comercial del país para beneficiar el mercado laboral, ya que los salarios del sector manufacturero son 20 por ciento superiores al promedio y representan casi 20 por ciento del empleo privado formal.
La central fabril evaluó que, ante este escenario, es clave retomar el crecimiento en conjunto con “una política industrial activa e integral” orientada en particular a las pymes del sector y a las economías regionales “con el fin de mejorar la matriz productiva, comercial externa y social”