Fuente: LaPoliticaOnline
Desde que llegó al Senado, Amado Boudou prefiere lejos a la prensa. Ninguneó sistemáticamente a periodistas que se le acercaron en algún pasillo, aunque la consulta sea sobre la agenda parlamentaria.
Y su rechazo a las coberturas tuvo episodios que rozaron la proscripción, como cuando prohibió que los cronistas siguieran el debate en el recinto o restringió la ubicación de los fotógrafos, molesto porque lo tomaron jugando con su tablet. Sus pares y sus empleados lograron que retrotrajera esas medidas y todo vuelva a la normalidad.
Su única conferencia de prensa es recordada y tal vez irrepetible: fue el jueves santo de 2012, el primero desde su arribo a la Cámara alta, y para defenderse de la causa sobre la quiebra de la ex Ciccone, por la que terminó procesado.
Sin embargo, a sólo cuatro meses de irse, Boudou suscribió un convenio de cooperación con la Agencia de Noticias oficial de China, Xinhua.
Lo hizo con una coqueta ceremonia en el salón gris del Senado, junto al embajador de China, Yang Wanming; y el director local de la Agencia, Ye Shuhong.
También lo acompañaron los senadores nacionales Juan Manuel Abal Medina, Rodolfo Urtubey y Juan Manuel Irrazábal. “Es un convenio que contribuye a la pluralidad de voces tanto en nuestro país como en la República Popular de China”, celebró un sonriente Boudou.
El objetivo del convenio, según informó el vicepresidente, “es promover el intercambio de información entre el Senado y la Agencia”.
Lo haría a través de “acciones a desarrollar permitirán fortalecer el conocimiento mutuo de las sociedades china y argentina, transmitiendo información sobre la actividad parlamentaria desarrollada por el Senado y permitiendo a los parlamentarios acceder a información de calidad sobre la actualidad de China y el desarrollo de actividades de cooperación bilateral”.
En el Senado pocos supieron explicar cuál sería el aporte que le haría Boudou a la agencia china. La información oficial está disponible en la página web desde antes de su arribo y en estos años empeoró el servidor y muchas de las transmisiones oficiales, que inaugurara Daniel Scioli hace 10 años, no pudieron seguirse desde todas las computadoras.
Una variable que incorporó Boudou fue la transmisión de un canal de televisión para el que incorporó a decenas de empleados pero nunca informó al cuerpo cuales serían los objetivos de la emisora.
La ex senadora María Eugenia Estenssoro denunció que hubo casos de opositores que fueron tergiversados para quedar mal parados, práctica común en la prensa oficial.
Boudou hizo caso omiso a todo y chapeó frente al embajador chino que destacó la relación con el país. “El vínculo entre China y Argentina está cada vez más estrecho; compartimos cada día más posiciones en los asuntos internacionales y regionales”, festejó