$ 22 millardos debe Venezuela a China y quiere endeudarse más

Fuente: El Nacional

Casi la mitad del dinero recibido de China se ha pagado con envíos de petróleo

Esta semana, en la IV Sesión de la Secretaría Técnica de Comisión Mixta Venezuela-China representantes de los dos países discutieron sobre los acuerdos de financiamiento que mantienen y por los que el país todavía adeuda más de 22 millardos de dólares, según cifras de Ecoanalítica.

La firma reporta que el país asiático, principal acreedor y fuente de financiamiento de Venezuela, ha entregado desde 2007 más de 54 millardos de dólares a través del Fondo de Gran Volumen y Largo Plazo y del Fondo Binacional. Del monto total, casi la mitad se ha pagado con el envío de barriles de petróleo.

La obligación del gobierno con China dividida entre todos los venezolanos –30.620.404 habitantes según el Instituto Nacional de Estadística– se traduce en una deuda de 718,47 dólares por persona, que a la tasa de 6,30 bolívares por dólar representa 4.526,36 bolívares. A la tasa del Sistema Marginal de Divisas, que promedia 198 bolívares por dólar, la deuda de cada venezolano con China es de 142.257,06 bolívares.

Los primeros meses de este año trascendió que el gobierno de Xi Jinping entregaría 10 millardos de dólares más, la mitad iría a Petróleos de Venezuela y la otra sería por la renovación de otro tramo del Fondo Binacional, pero el dinero todavía no se ha visto reflejado en las reservas internacionales.
A juicio del economista Asdrúbal Oliveros, el retraso en el depósito puede obedecer a que el gobierno de China tiene ahora menos disposición de hacer los desembolsos. “Venezuela tiene toda la intención de seguir recibiendo ese dinero, pero Pekín es el que ha mostrado más resistencia a continuar erogando recursos. El crédito pactado en enero no se ha cancelado y ese monto es clave para que el gobierno cubra su brecha fiscal”, afirmó.

Aseguró que la modificación del acuerdo de financiamiento, publicado ayer en Gaceta Oficial, que establece una amortización de tres años para el tramo C, que previamente no tenía un plazo de pago determinado, pudo haber sido una condición que puso China para hacer el desembolso.

Molestias. La economista Anabella Abadi, de ODH Grupo Consultor, coincidió con Oliveros en que China, pese a que no ha dejado de recibir el petróleo venezolano, puede estar haciendo más peticiones para continuar las relaciones.
“Lo que ha trascendido es que el gobierno chino ha estado pidiendo avances en la lista de proyectos conjuntos, unos que no se han culminado y otros que no han arrancado.  China se resguarda, necesita garantías de que va a haber retorno de la inversión”, dijo.

Oliveros aseguró que otra de las inconformidades de Pekín está relacionada con la política cambiaria y sus efectos en Pdvsa. “Además de la poca transparencia en el manejo de los fondos, que se han desviado para otros proyectos, también le preocupa la situación financiera en la que se encuentra la petrolera. El Ejecutivo está comprometiendo la salud de la empresa y ese es el centro del financiamiento con China”, indicó.

Señalaron, sin embargo, que Venezuela sigue siendo un país apetecible para hacer negocios por las ventajas que le ofrece al país asiático. “Para China es clave, su demanda energética crece de manera importante y buscan suplidores de energía, para eso les sirve mucho el país”, afirmó Oliveros.
Abadi agregó que, además, Venezuela es un mercado en el que China puede colocar sus productos. “En 1998 China ocupaba el puesto 35 en los países al que más se le compraba, ahora está en el segundo lugar. Y lo vemos en las unidades de transporte, los electrodomésticos y repuestos que se importan”.

Con un riesgo país más alto que Grecia

“En este momento Venezuela tiene un riesgo país más alto que el de países que están en default, como Grecia o Argentina”, aseguró el economista y analista de Bank Of América Merril Lynch, Francisco Rodríguez.

En una entrevista en Globovisión dijo que los acreedores de bonos son “excesivamente pesimistas” con respecto a Venezuela por las circunstancias actuales. “Cuando tienes una situación donde el gobierno no te muestra cifras, el acreedor totalmente desconfiado dice: debe ser que son bien malas”.
Insistió en que el país necesita un programa de estabilización macroeconómica, pero añadió que el problema es que el gobierno tiene miedo a los costos políticos de los ajustes.

“Si entrara en default habría acciones legales contra las refinerías o los buques para tratar de embargarlos. Le podría hacer daño a Venezuela, caerían muy fuertemente sus ingresos petroleros, que es la principal fuente de ingresos de la nación”, agregó.

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