Fuente: Sputniknews
Productores acereros mexicanos exigieron frenar la competencia desleal de China en una reunión privada con altos funcionarios del gobierno de Enrique Peña, a quien critican por su “pasividad”.
Los detalles de la reunión entre el secretario de Economía del Gobierno de México, Ildefonso Guajardo, con líderes de la Cámara Nacional del Acero de México, han sido revelados por tres de sus participantes al semanario mexicano Proceso, y publicadas este domingo.
El acero chino ha provocado un quebranto de escala mundial en el sector, “pero la diferencia es que otros países lanzaron programas de emergencia para proteger sus industrias y México no”, denunciaron los acereros en el encuentro del pasado 9 de junio.
La reunión de emergencia se celebró una semana después de que las únicas dos empresas productoras que quedan en manos privadas mexicanas, Altos Hornos de México y la siderúrgica De Acero, despidieron a 4.500 y 2.500 trabajadores respectivamente.
Esos despidos equivalen al 25% de la planta laboral en el caso del segundo productor mexicano de esa materia prima, que paró totalmente la operación de una de sus plantas principales en Coahuila, en el norte industrial del país.
El problema con el acero chino que compra la boyante industria automotriz mexicana, entre otras ramas, se ha agudizado desde 2013, cuando el metal llegó a venderse por debajo de su costo de producción en China, e ingresó a México gracias a la apertura y eliminación de aranceles del libre comercio.
También los productores acereros extranjeros en México, como la filial de Arcelor Mittal, el gigante anglo-indio en el puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán, en las costas del Pacífico por donde ingresa la mayor parte del acero chino, estaba en un paro técnico el día de la reunión celebrada en el despacho del secretario de Economía, de la cual no se conocían los detalles.
Los productores exigen un arancel temporal a la importación acerera de China, eliminar el esquema de “importaciones temporales” que la maquila industrial ha empleado para comprar metal barato y activar un mecanismo sencillo para investigar en poco tiempo el abaratamiento del acero chino.
México produce 20 millones de toneladas al año, y China 800 millones de toneladas: pero los chinos “solo emplean la mitad en su mercado interno, el resto se comercializa internacionalmente”, argumentan.
Ocho asociaciones de la industria siderúrgica de EEUU, Canadá, México, América Latina y Europa pidieron a sus gobiernos el 16 de junio pasado acciones urgentes para “realizar todos los esfuerzos necesarios en su diplomacia comercial y en sus regulaciones” contra el dumping chino, o venta de acero subsidiado.
El planchón de acero, materia prima para los procesos de laminación, se vendía a mediados de este mes de junio entre 290 y 300 dólares por tonelada, mientras el precio de la chatarra cuesta alrededor de 280 dólares la tonelada, una paridad inexplicable.
A pesar de que el acero chino se compra barato, los automóviles, electrodomésticos o materiales para construcción siguen costando en México lo mismo, ya que “la ganancia es para los importadores e intermediarios”, según denuncian loa acereros.
Desde mediados de 2014 EEUU estableció aranceles a productos de acero, y en los meses siguientes Brasil, Argentina y Colombia, impusieron impuestos y salvaguardas para evitar que entrara acero chino tan barato a destrozar su industria.
Pero el Gobierno mexicano mantiene un arancel cero (0%) desde el 9 de febrero de 2010. El sindicato nacional de la industria consiguió una suspensión provisional en 2012, en busca de impuesto de 2 a 7%; pero la suspensión fue abolida en 2013 por iniciativa del gobierno de Peña.