Fuente: Valorsoja
La dependencia china de los granos importados seguirá –inevitablemente– creciendo. Pero las autoridades del gobierno central de la nación asiática quieren desacelerar la demanda externa de productos agroindustriales para promover un mayor valor agregado local (con lo que eso implica en materia de generación de empleo).
Las importaciones chinas de poroto de soja seguirán aumentando en la próxima década hasta alcanzar un volumen proyectado de 82,6 millones de toneladas en 2024, según previsiones de un informe publicado por el diario oficial China Daily.
El informe asegura que en los próximos años seguirán creciendo las importaciones chinas de soja, colza y sorgo para, una vez procesadas por las industrias locales, obtener aceites vegetales y recursos forrajeros para transformar (también en el territorio local) en proteínas animales.
“Las importaciones de trigo subirían a 2,80 millones de toneladas en 2024 versus un millón en 2014, mientras que la de algodón caerían a 2,08 millones, una cifra 14,8% inferior a la de 2014, debido al uso creciente de sustitutos y a una desaceleración de las exportaciones chinas de productos textiles”, indica el artículo.
Pero el informe afirma que las importaciones de maíz no crecerán porque, tal como sucede en la actualidad, seguirán cuotificadas. “Difícilmente puedan superar las 7,20 millones de toneladas en 2024 por las restricciones de cupos”, asegura.
El informe –que refleja el objetivo estratégico por cumplir de las autoridades del gobierno central chino– apunta que en la próxima década las compras de productos lácteos subirán a un ritmo promedio anual del 3% versus 15,5% en la década anterior “debido al incremento de la producción local de leche”.
“Las importaciones de carne porcina, ovina y bovina se desacelerarían hacia 2024 en comparación con lo ocurrido en la última década a medida que el consumo interno de esas carnes decaiga. Eso restringiría las importaciones de carne porcina a menos de un millón de toneladas en 2024, mientras que los ingresos de cortes ovinos y bovinos no superarían cada uno las 500.000 toneladas para entonces”, proyecta el informe.