Fuente: La Nacion
En el viaje de Cristina Kirchner , el avance del debate en el Congreso y los planteos empresarios, los acuerdos comerciales y de inversión entre la Argentina y China volvieron a encender alarmas en los gremios. Oficialistas y opositores siguen con preocupación y desconfianza la posibilidad de que los pactos comerciales supongan una “invasión” de mano de obra china en los proyectos acordados.
La mezcla de inquietud atraviesa a todo el mundo sindical, más allá de los alineamientos respecto de la Casa Rosada, y en particular a los gremios vinculados con la actividad industrial y el transporte.
Aunque se movió por fuera de la estructura orgánica de la CGT oficialista, el jefe de la Uocra, Gerardo Martínez se puso en marcha apenas el proyecto de ley para ratificar los convenios con China desembarcó en la Cámara de Diputados, a principios de mes. Envió una carta a los diputados del PJ para alertarlos sobre el “perjuicio” que podrían tener los acuerdos en el nivel de empleo local. Lo mismo había hecho a fines del año pasado con los senadores, cuando el proyecto se debatió, y obtuvo media sanción, en la Cámara alta.
Las dudas de los gremios giran en torno al artículo 6 del convenio. Establece que la Argentina y China “otorgarán a los nacionales de la otra parte facilidades para la realización de actividades (…) laborales o profesionales, como empleados o por cuenta propia, en condiciones de igualdad con los nacionales del Estado receptor”.
Los sindicalistas advierten que la redacción es demasiado vaga y que le abre las puertas a la contratación “indiscriminada” de trabajadores chinos en condiciones de ventaja respecto de los argentinos. En el debate en el Senado, ante un planteo de la UCR, el jefe de la bancada oficialista, Miguel Pichetto propuso agregar la frase “asegurando para la Argentina la ocupación de mano de obra local” al final del artículo 6. Bastó que le recordaran que es un convenio internacional y que, como tal, el Congreso sólo puede ratificarlo o rechazarlo sin hacer cambios, para que el atajo de Pichetto quedara en la nada.
El frente de gremios del transporte que integran 21 sindicatos, tanto de la CGT de Caló como de la que lidera Hugo Moyano, hará público mañana su rechazo a los acuerdos. Encabezados por el ferroviario Omar Maturano y el portuario Juan Schmid, los transportistas difundirán un documento en el que advierten sobre posibles “cláusulas secretas” del convenio y rechazan el eventual desembarco de mano de obra china. Tras recordar la “compra llave en mano” de material ferroviario a China, el escrito alude al “riesgo cierto de que una oleada masiva ocupe los nuevos puestos de trabajo que se generen con la aplicación de las inversiones”.
Un pronunciamiento similar prepara la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo. El documento, que la central difundirá esta semana, describe los acuerdos como “una claudicación kirchnerista a la soberanía laboral argentina” y advierte que no será “silente ni complaciente” con las posibles consecuencias del convenio. Más allá de las advertencias gremiales, el kirchnerismo prevé ratificar el acuerdo en el Congreso.
La semana pasada, el Gobierno intentó contener el malestar. El ministro de Planificación, Julio De Vido se reunió con el secretario general de la CGT oficialista y jefe de la UOM, Antonio Caló; con el jefe de los taxistas, Omar Viviani; con José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), y con Martínez.
El ministro les garantizó que en “todos” los proyectos acordados con China tendrán participación empresas nacionales y que eso se traducirá necesariamente en una fuerte demanda de obra de mano local. No explicó cómo se frenaría la contratación de trabajadores chinos si aceptaran salarios más bajos que los argentinos.
Los jefes gremiales destacaron el gesto de De Vido de convocarlos y se fueron de la reunión algo más tranquilos, aunque no del todo.
“El tema de los chinos siempre nos preocupó y ahora, con estos acuerdos, mucho más. El Gobierno nos dijo que no va a haber problemas. Pero nosotros estamos atentos. Vamos a seguir la cosa de cerca. Si se complica, los chinos van a conocer cómo es el modelo sindical nuestro”, dijo a LA NACION el jefe de un gremio de la CGT de Caló